«La mañana que Diego se fue de
Barcelona, me desperté temprano, porque de cualquier forma no había podido
dormir bien. Me había quedado en la sala para que Diego se durmiera en mi cama
y no molestara ni a Olga ni a Isabel si ellas se levantaban temprano. Me dolía
la cabeza porque habíamos comprado una botella de vino tinto de dos euros la
noche anterior, y a mí me urgía estar ebria para no irle a reclamar a Diego que
me había robado dinero y que se estaba haciendo pendejo. Me sentía muy enojada,
mucho, traicionada, herida, con unas pinches ganas de madreármelo. Pero no lo
hice, al contrario, lo que me ocurrió fue tostar pan, hacer jugo de naranja e
ir a despertarlo para que, antes de que se fuera, diéramos una vuelta por la
playa. Me dijo que sí y se levantó y fue al baño a mear y se puso los zapatos y
me dijo que ya estaba listo. ¡Si será pinche conchudo!, pensé, y me ardía el
estómago y me retumbaba la cabeza, pero yo solita insistí en ir al puerto,
cerca de la estatua de Colón.»
Publicada por Sexto Piso Editorial.
Tercera edición - junio 2022. Premios: Calámo (2022) – Libro del año 2022 (ficción) librerías
de Madrid. 196 páginas.