lunes, 29 de julio de 2019

Trilogía del silencio – Iñaki C. Nazabal



Somos tan pequeños.
Apenas una chispa,
un destello.
Es tan breve este camino
que a menudo decimos largo.
Y sin embargo,
es tan grande el dolor, a veces,
tan absoluto.

Somos
un punto en la eterna línea
que la vida dibuja.
La brizna en el aire
que desplaza la hoja
al caer en otoño.
Un instante,
un preciso momento.
Y sin embargo,
es tan grande un abrazo.

No somos
más que una mota de polvo
en un viento que no cesa.
Una lágrima
entre todas las lluvias llovidas
y por llover.
Y sin embargo,
es tan grande una sonrisa.
Tu sonrisa.



jueves, 25 de julio de 2019

Les nostres riqueses – Kaouther Adimi



     “Estaràs sol, perquè cal estar sol per perdre’s i veure-ho tot. Hi ha ciutats, i aquesta n’és una, en les quals qualsevol companyia és un pes. Cal passejar-hi com qui divaga, amb les mans a les butxaques i el cor encongit.
     T’enfilaràs pels carrers, obriràs pesades portes de fusta que no estan mai tancades amb clau, acariciaràs l’impacte deixat a les parets per bales que van abatre sindicalistes, artistes, militars, mestres, persones anònimes, criatures. Fa segles que el sol il·lumina les terrasses d’Alger i fa segles que assassinem gent en aquestes mateixes terrasses.”



miércoles, 24 de julio de 2019

Rutger Hauer (1944-2019)



Roy Batty ya es POSTERIDAD
DEP

(Tuvo que ser en 2019, claro...)

domingo, 21 de julio de 2019

Benedicció – Kent Haruf



“Encara dormien sempre junts com ho havien fet des de la primera nit, feia tants anys, al vell llit de matrimoni tou del dormitori de baix, tot i que ara ell estava malalt i s’estava morint i durant la nit no parava de bellugar-se al llit. Ella havia insistit a quedar-se al seu costat, no volia sentir parlar de res més. Ara la nit era estranya i solitària, i estava desolat, sense ella. Es va despertar a les tres, va anar al bany, va tornar al llit i es va quedar molta estona despert, fins que l’habitació es va començar a veure una mica grisa i va poder distinguir els poms de llautó dels calaixos i el mirall de la porta de l’armari.”

jueves, 18 de julio de 2019

La mujer que se comió la lluvia – Llorenç Gomis



Hubo una vez una mujer que se comió la lluvia.
No se la bebió, se la comió, porque la lluvia
tiene una hermosa carne, como un sueño infantil.
La mujer se comió la lluvia despacio, sonriendo,
pensando que se comía una ilusión pasajera,
un novio de verano, un amor
sin ningún compromiso.
La mujer, sentada en el establo de un tiempo ya perdido,
se nos comió la lluvia despacio.
Después murió.
Después se hizo sueño y leyenda y vuelve y vuelve
por todo el mundo, por todo
el silencio, cuando llueve, siempre,
siempre que llueve
la mujer hecha sueño vuelve
para buscar aquella lluvia antigua.

IMAGEN: On the waves of love (1899) – Edvard Munch

miércoles, 10 de julio de 2019

Los huerfanitos – Santiago Lorenzo



“El escenario del Pigalle olía a catedral: a exudantes maderas de retablo añejo al olfato de cualquiera, pero a retestinadas babas de beata a las narices de los Susmozas. Toneladas de poleas en los altos de bambalinas se enmarañaban como los cables de una máquina inservible. Sogas y cabos descendían hasta el entarimado del piso, pidiendo cuellos que ajusticiar. Sobre el escenario, bastidores y paneles reproducían un muro con restos de hiedra, una chimenea calcinada, la línea de cielo de una ciudad… El ciclorama resistía, tan desgastado que parecía hecho de papel cebolla.
     Y estaban los cachivaches, siempre cachivaches, inundándolo todo como en una planta de reciclaje, coincidentes en el absurdo: una bici con sidecar, un cristal negro, un cañón de papel, una rueda cuadrada. La guía telefónica de Belgrado, dos mil peines de un hotel de Sintra, muchos libros guardados en los electrodomésticos. Cientos de bolis Bic sin tinta, limpios de palabras. Una lata de sardinas sin abrir en el fondo de un acuario, los videojuegos Atari, una bañera hasta arriba de alfileres. Docenas de calendarios por las paredes, paralizados por el tiempo como un reloj de arena con su gravilla anegada de alquitrán.”

lunes, 8 de julio de 2019

Megan Rapinoe & OranjeLeeuwinnen


Ya llevo un par de temporadas siguiendo con sumo interés el fútbol femenino, la Liga Iberdrola (perdón por la puta publicidad) básicamente y también la Champions League donde este año las chicas del Barça han hecho historia llegando a la final… y perdiéndola justamente ante el gran dominador de Europa: el Olympique de Lyon. Ho tornarem a intentar, noies!



La Women World Cup France 2019 ha sido todo un éxito organizativo y participarivo –que gustazo ver los estadios llenos- con unas realizaciones en las retransmisiones televisivas para quitarse la gorra y donde el nivel mostrado por las diferentes selecciones participantes ha sido asombroso (aunque me han decepcionado un pelín las africanas, algo entendible porque seguro que no tienen los mismos recursos económicos que otras… también esperaba algo más de las japonesas) pero, en todo caso, me lo he pasado pipa viendo los partidos que he podido. Como lo del nacionalismo español no lo llevo nada bien, aunque también fuera un poquito con ellas (no en vano jugaban unas cuantas catalanas…), desde el inicio de la competición tenía mi selección favorita, así suelo hacerlo/pensarlo en cada competición deportiva a nivel internacional, y esta vez iba con Holanda (gran torneo, chicas, y gran final también aunque no nos queda otra que reconocer que las norteamericanas fueron superiores y merecieron la gloria en el global de los casi 100 minutos que duró la madre de todas las batallas…)


Megan Rapinoe, 34 años, ya es leyenda de este deporte: Campeona del Mundo, Balón de Oro y Bota de Oro solo en este Mundial (entre otras triunfos a lo largo de su dilatada carrera, AQUÍ pueden leer su currículum), además se ha ganado el aprecio de esta casa al negarse a cantar el himno americano en todos los partidos, o a ir a celebrar el título a la Casa Blanca, todo ello en protesta por la política racista de la administración Trump. Homosexual y activista incansable en el movimiento LGTBI así como muy implicada en la lucha de los migrantes por y para que se respeten sus derechos básicos como personas. Pues eso, que este post es un pequeño homenaje a una gran deportista: Chapeau y felicidades, Megan… y que la fuerza maligna del Pato Donald no te cambie!

sábado, 6 de julio de 2019

Erotismo al óleo


TÍTULO: Thérèse Dreaming
AUTOR: Balthus
AÑO: 1938
MUSEO: Met – Nueva York



Todavía siguen polemizando con este cuadro en el que la niña que aparece (Thérèse Blanchard, 13 años, vecina del autor) posa mostrando las bragas ante lo que bien podría ser una ola de calor estival, parece ser que en 2017 una petición viral de Internet, que ahora veo que quieren reactivar, intentó que el museo retirara la obra de su exposición permanente alegando que el cuadro da “una visión romántica del voyeurismo  y la cosificación de menores”, la impulsora de la campaña, una tal Mia Merrill solicitaba su sustitución por otro cuadro del mismo periodo pero que fuera obra de una mujer, el museo se negó… Bah! harto esta uno de la mutilación de ejercicios de provocación en el arte, vaya que muy a favor de que el artista presente su obra con total LIBERTAD DE EXPRESIÓN, luego, lógicamente, será el espectador quien valore o no el resultado. A mí me encanta este cuadro. Si finalmente vuelve a triunfar la censura y deciden tirar el lienzo al contenedor más próximo, pónganse en contacto conmigo que tengo una pared vacía en la que quedaría de puta madre…
*Además, leyendo aquí y allá, críticos pictóricos de pacotilla incluidos, nadie parece centrarse en el detalle del lindo gatito lamiendo el plato de leche… y es ahí donde, en mi opinión, reside toda la fuerza expresiva de esta obra. Claro, claro, esto de la pintura cada quién, cada cual, la vive, la entiende, a su manera.-

viernes, 5 de julio de 2019