Esta mañana
tomando un café leía esta noticia sobre el fallecimiento de González Ledesma,
un autor admirable del que me avergüenza no haber leído ninguna de sus novelas ‘más
serias’, intentaremos remediarlo… eso sí, pasé grandiosos momentos leyendo un
buen puñado de aquellas ‘novelitas’ del Far West, novela negra o terror, que firmaba
bajo el pseudónimo de Silver Kane. D.E.P. en paz, amigo.-
El homenaje
recordatorio de abajo es el que me ha dado a conocer la noticia, lo firma Xavi
Ayén para La Vanguardia.
"El escritor y periodista Francisco González Ledesma (1927-2015) ha
fallecido esta madrugada. El 'padre' del inspector Méndez, uno de los
referentes de la novela negra barcelonesa de
corte social -junto a Manuel Vázquez Montalbán- sufrió un ictus en el 2011 y
había restringido sus apariciones públicas. En el 2013 publicó Peores maneras de morir, última entrega de
su inspector, ya envejecido y paseando por una ciudad que casi no
reconoce intentando resolver un caso de trata de blancas. El año pasado, salió
a la venta El adoquín azul, una novela corta donde se
rastrea el caso de una víctima de la brigada político-social del franquismo.
Nacido en el barrio de Poble-Sec, en el
número 22 de la calle Tapioles, hijo de un mozo de almacén y una modista,
comenzó trabajando a destajo en la editorial Bruguera, donde escribía guiones
de historietas y novelitas de consumo. Utilizó varios seudónimos, el más
célebre de los cuales fue el de Silver Kane, con el
que escribía obras ambientadas en el Oeste americano, al ritmo de una por
semana (llegó a casi 500 títulos) pero también firmó como Rosa
Alcázar, Taylor Nummy, Silvia Valdemar o Fernando Robles, y no eludió géneros
como el romántico, donde compitió con Corín Tellado.
Licenciado en Derecho, se dedicó primero a
la abogacía y después al periodismo, primero en El Correo Catalán y
después en La Vanguardia, donde trabajó 25 años y ejerció de
redactor jefe. Su primer premio le llegó a los 21 años, por Sombras viejas, que obtuvo el Internacional
de Novela de Plaza y Janés, concedido por un jurado en el que estaba Somerset
Maugham, pero que no pudo publicar al considerar la censura que su autor era un
"rojo" y un "pornógrafo". Precisamente el nombre del
protagonista de esa novela, Enrique Moriel, fue el seudónimo que utilizó para
escribir dos obras recientes, La ciudad sin tiempo (2007)
y El candidato de Dios (2008).
De hecho, varias de sus novelas solo
pudieron ser publicadas una vez llegada la democracia. En 1984 obtuvo el premio
Planeta por Crónica sentimental en rojo, protagonizada
por Méndez, que había hecho su primera aparición como secundario en Expediente Barcelona (1983). Aun en los
últimos años, algunos de sus títulos eran antes publicados en Francia, donde
gozaba de una legión de seguidores.
Méndez, protagonista de más de una decena
de novelas, es un policía escéptico y decadente, que viste un abrigo con
los bolsillos rotos de tanto llevar libros en ellos, que tiene un Colt de 1912
que no dispara y que se interesa por los casos de la gente humilde,
generalmente en el Paralelo y el Barrio Chino de Barcelona, luego llamado
Raval. Fuma tabaco negro, bebe coñac, sufre impotencia y, como su autor,
es un superviviente del franquismo que contempla con estupor primero la
Barcelona del diseño y luego los fragores posolímpicos. A través de él, el
escritor mostró problemas como el hambre, la pobreza, la corrupción, la
homofobia, el nazismo o la violencia de género.
González Ledesma, casado con
María Rosa Torralba, obtuvo distinciones como la Creu de Sant Jordi, el
Dashiell Hammett o el Pepe Carvalho. Deja tres hijos, el periodista Enric
González y sus hermanas Gloria y María Victoria. El velatorio será hoy a
partir de las tres de la tarde en el tanatorio de Sant Gervasi, donde mañana, a
la una, se celebrará el funeral."