viernes, 25 de junio de 2021

M de Muerte

 


La muerte tenía un precio, en toda una vida no te alcanzó para pagarlo.
 

Naces. No lo recuerdas, pero cuando saliste de tu escondrijo lo primero que hicieron fue colgarte boca abajo como a un conejo antes de desnucarlo. El tipo de la bata blanca que te columpiaba de los pies te arreó un par de cachetes en el culete para que abrieras los ojos y así arrancarte las primeras lágrimas existenciales, te enrabiaste con esa luz que siempre quema, la del doloroso despertar. Bienvenido al mundo, pequeñín, susurró tu madre al acunarte entre sus brazos por primera vez.

Creces. Empiezas a coleccionar recuerdos e instantes, sucesos a tu alrededor que irán conformando tu futura personalidad. Como la hiedra se agarra a los muros, vas escalando años. Cuando consideran que ya eres lo suficientemente mayor te dan una serie de carnets que te permitirán entrar en el mundo de los adultos. Acabarás memorizando números de identidad, junto a otras combinaciones aleatorias de cifras, que te acompañarán el resto de tu carrera vital: teléfonos, el pin de las tarjetas bancarias, la matrícula de tu máquina, cifras globales de seguidores de postal en las redes sociales, etc. Empiezan a disgustarte las matemáticas. Cada año que transcurre te hace más fuerte, pronto empezarás a escalar por la vida saltando de peldaño… en trienio. 

Te reproduces. En la cuarentena de tus cincuenta años, alcanzas la cima del Tourmalet existencial. Hace tiempo que, en plenitud de condiciones físicas y psíquicas, superaste el escollo de ser progenitor. Tus padres lo hicieron bien, pero pensaste que tú lo harías mejor, volviste a equivocarte. Alguien te alcanza un periódico de papel y lo introduces en tu pecho, entre la piel desnuda y los ropajes de ocasión. Empiezas a descender hacia el vértigo de lo desconocido. Curvas cerradas, recodos abiertos, al fondo el precipicio, piedrecitas en el camino capaces de descabalgarte en cualquier momento. El objetivo es un final que aún no alcanzas a atisbar en la distancia. Tus hijos esperan en la línea de meta, expectantes, tus nietos también.

Mueres. Tu edad de defunción no será centenaria. Dos cifras te bastan, empieza por un ocho de infinito y acaba en el reintegro de un cero que te devuelve al espacio vacío, pongamos ochenta. Ya te sobran los motivos para desmotivarte, ha llegado el día. Empiezas a olvidar cosas acontecidas que en el fondo no tuvieron demasiada importancia, retienes e incluyes en la maleta del último viaje todos aquellos momentos que valieron la pena. Sucederá esa misma noche, durmiendo en tu lecho de leche sedosa junto a tu compañera de andanzas mundanas, qué suerte la vuestra. Otoño interior, mejor si también llueve en el exterior, esas son las únicas lágrimas que quieres en tu despedida. Un velatorio sencillo, sin rituales edulcorantes ni otros productos añadidos, cenizas a la mar. Llevas el epitafio tatuado en el alma: como el vino con el que se emborrachó de vida, como ese vino se fue. Preparado para cerrar el ciclo de vital, es hora de partir.


Publicado en La Charca Literaria - AQUÍ

jueves, 24 de junio de 2021

Formentera lady – Jordi Cussà

 

“Són diverses les drogues que puc associar a determinades músiques, abans i després de les aventures uhtòpiques, però, en pro d’una certa objectivitat, he d’aclarir que no és pas imprescindible sumar-les. Molts companys i amigues, parents i desconeguts, van saber frenar a temps i, a pesar d’alguna socarrimada, no van arribar mai als poltres de l’infern. Afortunadament, ja que en cas contrari els índexs de toxicomanies haurien arribat a la condició de plaga. És impossible conèixer, almenys amb els meus mitjans, el tant per cent real de ionquis i coqueros que hi havia entre 1980 i 1985, per exemple, d’entrada perquè els propis afectats ho ocultaven fins que no hi havia més remei, i de sortida perquè en comptes de persones amb una malaltia greu que necessitaven tractament i ajuda, encara se’ls tractava com a viciosos impenitents. Cosa que, en el fons, també devíem ser. L’administració, espanyola i catalana, es dedicava a organitzar políticament el país i la pròpia administració, i va trigar molt a adonar-se que els efectes sobre la població d’entre quinze i quaranta anys serien devastadors, comparables per xifres a les baixes d’una guerra o d’una epidemia. I qui sap fins a quin punt no és certa la teoria de la conspiració, segons la qual les autoritats ens deixaven desbocar a gust per tenir-nos distrets i allunyats dels seus tripijocs.”


Pàg. 180 - Interludi Daniel: Els orígens d'Uhtòpica (1976-81)


jueves, 10 de junio de 2021

Invitado a una decapitación – Vladimir Nabokov

 


“Se encontró sobre uno de los muchos taludes cubiertos de césped que, como olas verde oscuro, rompían en distintos niveles entre las rocas y terraplenes de la fortaleza. Al principio lo marearon tanto la libertad, la altura y el espacio abierto que se aferró al húmedo césped y apenas notó otra cosa que los fuertes chillidos vespertinos de las golondrinas que cortaban el aire multicolor con sus negras tijeras. La luz del atardecer había invadido la mitad del cielo y, justo detrás de su cabeza, se alzaban con terrible rapidez los ciegos escalones de piedra de la fortaleza, entre los cuales él se deslizaba como una gota de agua, mientras a sus pies se abrían fantásticos precipicios y se arrastraban neblinas perfumadas por los tréboles.”

martes, 8 de junio de 2021

Un plan perfecto - Iván Farías

 


Siempre es de agradecer la aparición de nuevos sellos editoriales que sirvan de conexión entre autores desconocidos y aquellos potenciales lectores a  los que puedan llegar allende de sus fronteras. Este el caso de Real Noir Ediciones que ha publicado recientemente el libro que nos ocupa: Un plan perfecto, Iván Farías (México, 1973). Un relato fresco y adictivo que además, incluye un interesante prólogo firmado por Carlos Salem en el que presenta a Farías como “uno de los autores de novela negra con más proyección en toda América”.

UN SUEÑO QUE CASI NUNCA SE CUMPLE

Diego Rodríguez, “el Soñado”, seductor buscavidas que sabe cómo engatusar a la gente en general y a las mujeres en particular, es el personaje principal de la historia. Un maleante de la vieja escuela que, tras varios trapicheos en el mundo de la delincuencia, concibe un plan perfecto. Algo a priori tan sencillo como reunir una cantidad de dinero que le permita vivir sin trabajar. Siguiendo los designios o máximas que le inculcó su padre, va saltando todos los obstáculos que la realidad pone a su paso.

Abandona su trabajo de chófer con un bribón de medio pelo, “el gordo Tapia”, e intenta involucrarse en un asunto mayor que le puede reportar una buena tajada con la que cumplir su sueño. Para ello forma equipo junto a un tipo tan peculiar como Danilo Zempoltecatl, un político arribista que sueña con ser Gobernador y con el que teje una compacta amistad –uno de los puntos fuertes de la novela- basada en la mutua admiración. También ficha a “el Sonrisas”, un taxista harto estrambótico. En Un plan perfecto es necesario acostumbrarse a los apodos de los protagonistas, todo el mundo tiene el suyo. Lo mismo sucede con los modismos originales en el lenguaje que no suponen ningún problema para el lector, ya que cualquier palabra se entiende perfectamente dentro del contexto de la narración.

TRÍO DE DIAMANTES

El tercer personaje en discordia, más allá del plantel de jugosos secundarios que aparecen en la novela, es Julio Eisenman. Un judío de oscuro pasado, frío y calculador que regenta un pequeño negocio de artesanía en Polanco (barrio de la Ciudad de México), cuya existencia sirve de tapadera para asuntos mayores como, pongamos por caso, el tráfico de diamantes.

Presentados todos los protagonistas de la historia, el autor introduce hábilmente en la trama una serie de flashbacks que nos llevan desde Freetown (Sierra Leona) pasando por París (Francia) y acabando en Cozumel (Isla de México).  Seguiremos la pista de tres diamantes de gran tamaño en su estado más puro, sin pulir, todavía no engarzados en un anillo… que acabarán allí donde el lector no será capaz de imaginar.

LA VIDA ES UN CARNAVAL

Estructurada en capítulos cortos, Iván Farías acaba construyendo un artefacto literario que bajo su apariencia ligera, apenas doscientas páginas que pasan como una exhalación, encierra todos los aspectos del noir más clásico. Sangre; alcohol y otras sustancias; femmes fatales; sicarios; negocios turbios… imprimiendo un ritmo trepidante a la narración.

En el tercio final, llegamos a la cuna del sueño de Diego Rodríguez, “el Soñado”, Tlaxcala, uno de los treinta y un estados mexicanos, situado a poco más de 100 km. de Ciudad de México, que deviene el escenario donde a modo de explosión, revienta toda la trama de la acción. ¿Son eternos los diamantes? Esta cuestión se podrá dilucidar en un final abierto a la par que inesperado. Pinches sorpresas te da la vida, pensaría “el Sonrisas”, soñaría “el Soñado”.


viernes, 4 de junio de 2021

Step right up and step right up, Ballerina

 


Título: A Dressing Room at Drury Lane
Autor: Laura Knight
Año: 1952

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