Este libro intenta narrar algunas de las diferentes luchas organizadas contra la extrema derecha en un periodo concreto de nuestra historia reciente, pero no obvia el trabajo realizado por multitud de personas ajenas a los colectivos autodenominados antifascistas e incluso a los movimientos sociales. Hay una importante labor del profesorado en los centros de educación, de sindicatos, ONG, organizaciones vecinales e incluso instituciones que han contribuido con sus políticas a frenar cualquier intento de infiltración o contaminación por parte de la extrema derecha, así como personas que a título individual han aportado su grano de arena o han dado la cara cuando tocaba. Aunque no se autodenominen antifascistas ni sean los protagonistas de este libro, su labor también es crucial en esta defensa colectiva de los derechos humanos que contribuye a frenar a la extrema derecha. Todos y todas ellas también forman parte de esta masa imprescindible para frenar la infección del odio y de lo que denominamos antifascismo.”