Que Barcelona es una ciudad
oscura lo sabemos los que la habitamos −esos fanales/farolas amarillos que
iluminan menos que el mechero de un yonqui− pero seguro que los millones de
telespectadores que la veían ayer desde sus sofás no tenían ni puta idea. En
tardes como la de ayer, tormenta de maillot amarillo, un manto de húmeda
oscuridad la suele cubrir como un velo mortuorio y solo las luces interiores de
los bares son capaces de iluminar el careto de la persona que tengas al lado.
El sistema de alumbrado se activa a través de unos sensores y unos temporizadores
que en verano se activan a las 20.45h, es tan sencillo como estar al loro en
previsión de tormenta y retrasarlo un par de horas en un día especial… pero que
va, menuda imagen hemos dado al exterior, por lo visto el pavo que se encarga
del tema estaba de vacaciones y Collboni no tenía su número.
Hoy, 2ª etapa Mataró-Barcelona. En
este momento, la incesante lluvia triplica, como mínimo, los litros acumulados
en la jornada de ayer. Así que sería recomendable acudir con paraguas que no
sean chinos y velas ídem para ayudar a mantener la visión de los ciclistas… y
que pase de largo la ronda española.
"Es ridículo disputar una contrarreloj en estas condiciones, no podemos correr así. No quiero ser un mono de circo. No se ve nada y era súper peligroso". – Remco Evenepoel (Ganador de la Vuelta a España 2022 y Campeón del Mundo contrarreloj 2023). 26/08/2023.
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