“Pero no era verdad, le discutía el Nene,
había reinas que se habían aguantado la picana sin decir ni pío y él conocía a
varios que se hacían los machitos y cuando veían la goma empezaban a cantar.
—La loca Margarita, un travesti, se llenó la boca de gilletes y se cortó que era un desastre y le mostró la lengua a la yuta y le dijo: «Si querés te la chupo, querido, pero a mí, vos, no me vas a hacer hablar…»
La mataron y tuvieron que tirarla al río en Quilmes, desnudo, con la pulsera y los aritos, pero no le sacaron una palabra.
Hay que ser muy macho para hacerse coger por un macho, decía el Gaucho Dorda. Y sonreía como una nena, más frío que un gato. A un tipo le clavó una aguja de tejer en un pulmón, el tipo hizo fishsh, se le fue el aire como un globo y quedó todo desinflado.”
—La loca Margarita, un travesti, se llenó la boca de gilletes y se cortó que era un desastre y le mostró la lengua a la yuta y le dijo: «Si querés te la chupo, querido, pero a mí, vos, no me vas a hacer hablar…»
La mataron y tuvieron que tirarla al río en Quilmes, desnudo, con la pulsera y los aritos, pero no le sacaron una palabra.
Hay que ser muy macho para hacerse coger por un macho, decía el Gaucho Dorda. Y sonreía como una nena, más frío que un gato. A un tipo le clavó una aguja de tejer en un pulmón, el tipo hizo fishsh, se le fue el aire como un globo y quedó todo desinflado.”
Publicado por Anagrama. Tercera edición: julio 2015. Premio Planeta de Novela 1997 (Argentina). Adaptación al cine: «Plata quemada» - Marcelo Piñeyro (2000). 230 páginas.