“La historia comienza unos meses
antes del siglo XX, en un pueblo de la región de Caux, a veinticinco kilómetros
del mar. Los que no poseían tierras se
alquilaban a los grandes granjeros de la región. Así pues, mi abuelo
trabajaba en una granja como carretero. En verano también segaba el heno y se
ocupaba de la recolección. No hizo otra cosa en su vida desde que tenía ocho
años. El sábado por la noche entregaba a su mujer toda la paga y ella le daba
la semanada para ir a jugar al dominó, a tomarse unos vinos. Volvía borracho,
aún más sombrío. Por cualquier cosa repartía gorrazos a los críos. Era un
hombre duro, nadie se atrevía a buscarle las cosquillas. Su mujer no era
precisamente feliz. Esa maldad era su energía vital, su fuerza para soportar la
miseria y sentirse un hombre. Lo que más le irritaba era, sobre todo, ver en su
casa a alguien de su familia ensimismado en un libro o en un periódico. Él no
había tenido tiempo de aprender a leer y a escribir. Contar si sabía.”
Publicado por Tusquets Editores. 1ª edición: abril 2022. Título original: La place (1983). Traducción de Nahir Gutiérrez. 102 páginas.