viernes, 31 de enero de 2020

Frankissstein (Una història d’amor) – Jeanette Winterson


“Potser les dones porten el coneixement al món tant com ho fan els homes, vaig dir jo. Eva va menjar la poma. Pandora va obrir la capsa. Si no ho haguessin fet, què se n’hauria fet de la humanitat?”

"Quan estava prenyada d'en William, Shelley s'agenollava quan jo seia a l'espona del llit i m'agafava el ventre amb les mans com si fos un llibre rar que no havia llegit."

miércoles, 29 de enero de 2020

BCNegra 2020



Mañana empieza otra edición del BCNegra, cita ineludible para los amantes del Noir desde que en 2005 el librero Paco Camarasa (fundador de la librería Negra y Criminal, tristemente desaparecido) puso en marcha este arriesgado proyecto que, con el tiempo, se ha ido consolidadndo en la ciudad consiguiendo expandir el evento a nivel internacional. Carlos Zanón será el comisario, chapeau.
Además de un mogollón de actividades –pongo enlace al final-, se otorga el Premio Carvalho que este año ha ganado Juan Madrid, un autor del que todavía no he leído nada pero me apetece, así que agradezco recomendaciones. 
Ahí va el listado de premiados hasta la fecha, todos ellos con su correspondiente enlace para frikis del tema, investiguen ustedes mismos:



Fechas: del 30 de enero al 9 de febrero de 2020.
Horario: depende del evento.
Precio: GRATIS.
Para + Info: AQUÍ

sábado, 25 de enero de 2020

You do something to me – Paul Weller


You do something wonderful
Then chase it all away
Mixing my emotions
That throws me back again

miércoles, 22 de enero de 2020

Las ganas – Santiago Lorenzo



“Desde cría, María era de una brillantez fuera de toda norma. Todo le interesaba, y se enfrascaba en sus cosas. De ahí a la estigmatización escolar, una uña. Envidia de niñas mierdosas que a la altura del año 2000 ya habían tenido tiempo de demostrar largamente que nunca habían sabido por dónde les daba el aire.
Le colgaron un mote, matrícula tras la que viene el camión social. A María le podían haber apodado Plastilinas, que le gustaba modelar. O Palabros, que en ocasiones usaba vocablos raros. O Palillo, que no engordaba. O Pelos, que le hacía remolinos. O Pintas, que a veces se le bajaban los calcetines solos. O Piños, que tenía lo suyo de diente. O Pitiminí, de sarcasmo, que guapa no era. Pero a María las amiguitas la apodaron Puta. Por hacer dolor a una niña más remisa que las otras al trato con los demás. Bien se cuidó María de que sus padres no oyeran nunca el mote. Ante el conato de convergencia entre ellos dos y las compañeras, María emprendía carreras grotescas, o se arrancaba a hablar torrencialmente para no dejar cuña de silencio que la del pupitre de al lado llenara con el apelativo. Pero a sus padres no les hizo falta oír las cuatro letras. De su cara pálida se colegían los abusos de las borregas, de sus ojeras infantiles las ofensas de las envidiosas, de su ensimismamiento abogado las palabras de las resentidas.”


Nota: Con “Las ganas”, que ya las habían, completamos toda la obra, hasta el momento, de este indescriptible autor (claro, se pueden contar muchas cosas de su talento literario pero yo prefiero gozarlo…). “Los millones”, “Los huerfanitos” y “Los asquerosos” son las otras tres novelas que ha publicado para Blackie Books. Atrévanse, no sean mocardos.-

jueves, 16 de enero de 2020

Siete miedos - Selvedin Avdić

“Agucé los oídos. Silencio. Completo. No podía oír el más mínimo ruido. Ni siquiera zumbaba la nevera. Las paredes estaban calladas, los seis lados de mi caja. Como si mi piso se encontrara en el espacio o bajo tierra, y no en un rascacielos con tabiques de cartón, cañerías de agua con mucho movimiento y un ascensor con un mecanismo chirriante… Como si no estuviera empotrado en un edificio de dieciocho plantas, con cuatro pisos atestados de gente en cada una de ellas. Si los apartamentos se repartieran en casitas por un prado, a orillas de un arroyo, cerca de un bosquecillo, en la falda de una colina, se formaría un pueblo de un tamaño respetable que merecería un punto en el mapa. Los habitantes de mi rascacielos podrían tener en esta aldea sus costumbres particulares, venerar a un santo raro o guardar el secreto de una habilidad tradicional: un bordado fascinante, la doma de caballos o la elaboración de vinos. Podrían tener un idioma específico, soltar chillidos estridentes mientras reían, las mujeres podrían cantar juntas una canción lasciva mientras restregaban la ropa en la tabla de lavar en el riachuelo y los hombres pasar las tardes distraídos con un juego arcaico y estúpido… En semejante pueblo, el silencio sería imposible, incluso a altas horas de la noche, los perros ladrarían, sus cadenas chacolotearían, los animales de los establos mugirían, rebuznarían o lo que fuere, las gallinas temblarían ante los depredadores o debajo de los gallos, los amantes saltarían las vallas, las hechiceras lanzarían sus hechizos, los niños susurrarían bajo las colchas… Un silencio completo como este significaría que el pueblo estaba totalmente abandonado, que no había nada vivo en él, que alguna desgracia lo había envuelto y asfixiado.”

Título original: Sedam strahova (2009)
Publicada por: Sajalín editores (2019)
Traducción: Luisa F. Garrido y Tihomir Pistelek

miércoles, 15 de enero de 2020

El mugido de las vacas sagradas

“Ayer estaba paseando al lado de las vacas en mi pueblo y hoy estoy entrenando al Barcelona” – Quique Setién


Pues mira, conociendo su escasa experiencia en los banquillos en la máxima categoría (2 años en el Betis y otros ambos en Las Palmas) pero también su admiración por la filosofía Cruyff: Apuesta por los chavales de la cantera, sistemas de juego variables según el rival al que nos enfrentemos, mano dura con las estellitas de turno y, lo que es más importante, que la gente disfrute viendo jugar a su equipo; a mí ya me ha ganado el voto de confianza.
A los que gozamos con este deporte, mucho más allá de los fanatismos acérrimos, a los que odiamos el futbol moderno y nos la bufan cada vez más las obligaciones con los títulos (que suelen llegar cuando todas esas cosas se hacen bien o al menos se intentan), nos parece una decisión acertada: Xavi está verde y me parece mal negocio el de dirigir a sus ex compañeros en este momento, Koeman tiene trabajo en la selección holandesa, Pochettino es perico y tendría dificultades de acoplamiento… y otros nombres que sonaron tras la decapitación de Valverde -un míster que siempre me ha caído bien a pesar de sus limitaciones como técnico- que, en mi opinión, ya debió ser cesado tiempo atrás, pongamos tras la debacle de Liverpool la pasada temporada.
Acertada aunque también, seamos sinceros, una jugada arriesgada, veremos cómo sale. Bienvenido y suerte.-

martes, 14 de enero de 2020

Sheltering Sahara

“Para mí, amar significa amarte solamente a ti”


Port Moresby (John Malkovich)
El cielo protector – Bernardo Bertolucci (1990)

sábado, 11 de enero de 2020

Fotón



Johan Cruyff & Carles Rexach
Duisburg, West Germany
15 de agosto de 1975
FOTO: Masahide Tomikoshi

jueves, 9 de enero de 2020

Contra Jaime Gil de Biedma



De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta!
Y si yo no supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco…
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!
Jaime Gil de Biedma

lunes, 6 de enero de 2020

Open – Andre Agassi


“Soy un hombre joven, relativamente joven. Tengo treinta y seis años. Pero despierto como si tuviera noventa y seis. Después de tres decenios corriendo a toda velocidad y deteniéndome en seco, saltando muy alto y aterrizando con fuerza, mi cuerpo ya no me parece mi cuerpo, sobre todo por las mañanas. Como consecuencia de ello, mi mente no me parece mi mente. Desde que abro los ojos, soy un desconocido para mí mismo, y aunque, como digo, no sea nada nuevo, por las mañanas la sensación resulta más pronunciada. Repaso brevemente los hechos básicos: me llamo Andre Agassi. Mi mujer se llama Stefanie Graf. Tenemos dos hijos, un niño y una niña, de cinco y tres años. Vivimos en Las Vegas, Nevada, pero actualmente estoy instalado en una suite del hotel Four Seassons de Nueva York, porque participo en el Open de Estados Unidos. Mi último Open en América. De hecho, se trata del último torneo en el que voy a participar en toda mi carrera. Juego al tenis para ganarme la vida, aunque odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y siempre lo he detestado.”


KRUSTCOMMENT: Así empiezan las memorias o la autobiografía de Andre Agassi, por el final, y este es uno de los regalitos que me han caído estas navidades (gracias a los autores del presente, supongo que algún día lejano les susurré que tenía ganas de leerlo, puede que comentando algo al respecto de J.R. Moehringer –aquí ejerciendo de negro literario o colaborador de Agassi- y su anterior novela: “El bar de las grandes esperanzas” que me gustó bastante y creo que debe andar comentada por algún rincón de este blog, por cierto ambas publicadas por Duomo Ediciones…). Actualmente ando peloteando por la página 126 de 480, va a ser una lectura dura, a cinco sets, pero me está gustando bastante más de lo que imaginaba, ahora entiendo los encendidos elogios que crítica y público le dedicó en su momento.

Más allá de si les gusta o no el puto tenis, el libro sorprende a cada punto de saque, a cada dejada capitular… sin duda una volea cruzada a uno de los mitos de este deporte… que puede volarle la cabeza a más de un fan. Aquí hago la dejada reseñada… y espero que el ojo de halcón me acabe dando como buena la lectura una vez finalizada la jugada. Deuce ex machina.-

domingo, 5 de enero de 2020

Los locos años 20... pero del siglo ídem



Título: Autorretrato en un Bugatti verde
Autor: Tamara de Lempicka (1898-1980)
Año: 1929
Técnica: Óleo
Dimensiones: 35 x 27 cm.
Estilo: Art decó

miércoles, 1 de enero de 2020

Benvinguts a casa – Lucia Berlin





“A vegades, al vespre, els meus pares jugaven a cartes amb els veïns. Les rialles i el fum s’enfilaven per les escales fins a la meva habitació. Exclamacions en finès i suec. Una meravella: la cascada de les fitxes de pòquer i el sacseig dels glaçons. Aquella manera tan singular que tenia la mare a l’hora de repartir. Els xiulets fugaços mentre barrejava les cartes i el clec-clec-clec de quan les posava sobre la taula.”