miércoles, 12 de marzo de 2025

Acerca del robo de historias y otros relatos – Gueorgui Gospodínov

 


MOSCA EN EL URINARIO


En los baños alemanes −de hombres, se sobreentiende− los urinarios ofrecen el siguiente aspecto: limpios y resplandecientes, esto por descontado, pero en el centro de cada uno, sendas moscas. En un primer momento te apartas asqueado, luego te das cuenta de que la mosca está dibujada. Realismo total. Esa mosca cumple al menos dos funciones. En primer lugar, debido a su absoluta incongruencia, sirve para resaltar toda la asepsia del baño alemán, y del urinario en particular.
     La segunda función, me interesé en averiguar, es puramente pragmática. El hombre frente al urinario debe tener un objeto al que apuntar. La mosca es una buena diana, un estímulo, un objetivo al que el hombre inconscientemente quiere abatir. Y mediante el sencillo sistema binario «blanco − impacto directo» la probabilidad de fuego disperso fuera del urinario disminuye considerablemente. Y así: la mosca, abatida; el urinario limpio. Y el hombre, aliviado.
     Todo esto solo puede ocurrir en un baño alemán, donde la mosca está dibujada. ¿Y si estamos en un baño de los Balcanes? (Aquí se les llama retretes, y con razón.) Primero, la mosca no es una. Segundo, están vivas. Y tercero, no paran quietas.
     Aquí vamos a interrumpir la historia porque a los lectores escrupulosos les empiezan a entrar arcadas, las damas se sienten excluidas y las analogías se tornan alegorías. Ya ninguna historia es inofensiva.
1999

Publicado por Editorial Impedimenta. Primera edición: marzo de 2024. Título original: И други истории, I drugi storii (2001). Traducción de María Vútova. 160 páginas.

Krustapunte: Este título incluye veintiún relatos cortos a semejanza del que ilustra el post que, a su vez, es el que más me ha gustado. Había oído maravillas acerca de este multipremiado autor búlgaro, así que al topar el otro día con él en la biblioteca (sección novedades) me lo traje para casa con la remesa mensual de material. Francamente decepcionante su rollo postmoderno, si les soy sincero. Al menos se lee de una sentada… que, en mi caso particular, como les digo, no ha devenido en gozada.