Vale, pero para encontrar
esa verdad absoluta tendrás que salir de tu zona de confort. Are you ready?
Renunciar a los rayos
catódicos que emiten 24 horas ininterrumpidamente en esa caja tonta, huir de
las ondas hertzianas que vomita la puta radio, darle carpetazo −en modo
guillotina− a esas redes sociales que igual son el origen de todos tus males, suplicarle
al cacharro móvil que deje de configurarte/inmovilizarte las neuronas…
¿Pensar un poco en ti, en
tus cosas, darle libre vuelo a esas pequeñas mariposas que revolotean en tu cabeza
e intentar que vuelvan a casa cargadas de nuevas sensaciones, que te cuenten
como se respira ahí fuera, en el espacio exterior, preguntarles aquello de Is there anybody out there?
Dejarse acariciar por el latigazo acústico de esa guitarra que llora/gime y sonríe a la vez. Permitir que la realidad, disfrazada de mentira, te vuelva a colocar en el punto de salida. Try again.