lunes, 7 de marzo de 2022

Cuando la noche obliga – Montero Glez

 

“Cierro los ojos y puedo ver a los gatos alborotarse con los primeros disparos y al viajero que intenta arañar el viento a zarpazos antes de caer abatido. También puedo ver su cuerpo aletear en el suelo del muelle igual que un jurel recién pescado. Antes de abrir los ojos a otras vidas, del cielo de su boca brotó una ensalada de sangre y de blasfemia. Después hubo un silencio; un silencio violento que duró siglos y un silencio que no logró profanar el gemido del ferry, ni los grititos histéricos de las extranjeras que llegaban en camionetas de colores, empolvadas de polen de Ketama y con el bikini mojado y las bocas pringosas. Tampoco lo pude romper yo, de eso que empieza a preocuparte cómo va a sonar tu voz en cuanto abras la boca. Pero antes de que lleguen los reporteros y la Guardia Civil como pajaritos a su ración de lombrices, voy a contar como sucedió todo. Y aunque el forense escribiese que la muerte del viajero se debió a un tercer disparo que perforó la sección total de la carótida derecha, yo sé a ciencia cierta que los balazos mortales de necesidad fueron en la piel de la memoria. Pero no vayamos tan lejos.”

Publicado: DEBOLSILLO – Random House Mondadori
Edición: Primera, septiembre – 2005
Páginas: 224