martes, 5 de noviembre de 2024

Los galgos, los galgos – Sara Gallardo

 


«Como tantas viudas antes que ella, Chispa en el primer momento quizá se sintió liberada. Después, igual que ellas conoció el valor del contrapeso perdido, soportó el misterioso acumular de cargas sobre el alma solitaria. Supo lo que es la falta de pareja, que ninguna pasión suple del todo. 
     Parejas para ser exactos no le faltaron. Vergonzosamente desparejas, además. La viuda de oro corrió el campo de noche, se acopló aullando con los perros más viles, enloqueció de placer.
     Cada mañana amanecía elegantemente echada en el corredor. Se levantaba a saludarme moviendo como siempre la cola y haciendo sonar las uñas sobre la baldosa. Charlábamos. Sentado en un poyo del corredor la acariciaba con los viejos halagos y algún adjetivo nuevo que por merecido no llegaba a ofenderla, y lánguida de fatiga sonreía entrecerrando los ojos, y buscaba con el hocico el hueco de mi mano.
     La cabeza de cierva era la misma, atenta, risueña, intensa, distraída, la cabeza de cierva de mi amiga inmersa en el mundo violento y fútil de las pasiones, experta en embriagueces que nutren esa semilla de soledad, raíz de la melancolía, que por tantos años pareció ignorar».

Publicado por Malastierras editorial. Primera edición: septiembre de 2021. Año de publicación: Sudamericana, 1968. Premio: Municipal de Literatura (1968). 500 páginas.