“El Callejón estaba limitado por edificios de ladrillo, de dos plantas,
todos en diverso estado de abandono, que alguna vez habían sido cocheras de los
residentes de las calles 111 y 112. Muchas familias vivían ahora en la segunda
planta, antigua vivienda de los sirvientes de otro tiempo, y las cocheras
estaban ocupadas por pillos ya retirados. En ellas vivían, además, y se
reproducían buenas cantidades de ratas, jugaban algunos ninos y las niñas
perdían su virginidad.”