“Aunque continúo librando mi solitaria
batalla, ya no puedo negar por más tiempo que parezco destinado a perder y la
soledad y el dolor me abruman. Llegado a este punto, difícilmente puedo
dirigirme ahora hacia quienes no he mostrado más que desprecio y rogarles que
me acepten en su rebaño, admitiendo que, al final, he visto el error en mis
planteamientos. No. No tengo más opción que seguir bebiendo alcohol barato y
luchar en esta batalla perdida.
Mi batalla. En dos palabras: ha sido una lucha contra lo anticuado, contra el estilo trillado y la afectación, contra la pose de transparente respetabilidad, contra la mezquindad y la gente estrecha de miras.
Se lo podría jurar al mismísimo Yahvé: por el bien de esta batalla, he perdido todo cuanto tenía. Ahora, solo y esclavo del alcohol barato, parezco al borde de la derrota.”
Mi batalla. En dos palabras: ha sido una lucha contra lo anticuado, contra el estilo trillado y la afectación, contra la pose de transparente respetabilidad, contra la mezquindad y la gente estrecha de miras.
Se lo podría jurar al mismísimo Yahvé: por el bien de esta batalla, he perdido todo cuanto tenía. Ahora, solo y esclavo del alcohol barato, parezco al borde de la derrota.”