“Me gustaría creer que esto no es más que un cuento que
estoy contando. Necesito creerlo. Debo creerlo. Los que pueden creer que estas
historias son sólo cuentos tienen mejores posibilidades.
Si esto es un
cuento que estoy contando, entonces puedo decidir el final. Habrá un final para
este cuento, y luego vendrá la vida real. Y yo podré retomarla donde la dejé.
Esto no es un
cuento que estoy contando.
También es un
cuento que estoy contando, en mi imaginación, sobre la marcha.
Contando, y no
escribiendo, porque no tengo con qué escribir y, de todos modos, escribir está
prohibido. Pero si es un cuento, aunque sólo sea en mi imaginación, tengo que
contárselo a alguien. Nadie se cuenta un cuento a sí mismo. Siempre hay otra
persona.
Aunque no haya
nadie.”