miércoles, 5 de noviembre de 2025

No soy Enrique Vila-Matas – Montero Glez

 

«Con todo, hay gente que, como yo, siente nostalgia de aquellos días tan concretos ante la dispersión de los tiempos. Nuestro presente cada vez se asemeja más a uno de esos cuadros que no sabe uno cómo colgarlos, y que siempre parecen estar puestos del revés. Ante estímulos tan poco intensos como los actuales, uno se refugia en el pasado y en la banda sonora que acompañó sus momentos más inconfesables».

Publicado por Papelillo Editorial. Colección Punto Veintidós (Vol. 1). Primera edición: septiembre 2025. 288 páginas.

Bonus Track: Cincuenta y cuatro artículos del autor componen este volumen, de culto para un servidor desde ya, además de una nota editorial y sendos índices que completan una magnífica edición: uno onomástico con toda una serie de nombres por si necesitan redirigir sus gafas de lectura sobre el artículo en cuestión y otro con toda la tralla de referencias culturales que aparecen en el libro ya sean en forma de discos, canciones, películas, libros, etc.… MASTERPIECE.

jueves, 30 de octubre de 2025

Vigileu aquesta dona – David Goodis

 

«Hi va haver una mica d’emoció mentre intentaven fugir, una cursa caòtica per les muntanyes, el so de les sirenes, i fins i tot hi havia hagut una ràfega de bales. L’italià era un imbècil. No sabia estafar i no sabia fer anar un revòlver. Tres bales li van travessar el pit, i en aquella carretera de muntanya, amb els cotxes i les motos negres apropant-se. Ella es va arronsar d’espatlles quan li van posar les manilles. Es va tornar a arronsar d’espatlles quan la van condemnar. Eren coses de la vida, i llavors era qüestió de portar-se bé i somriure dolçament als vigilants i matrones, i dir bon dia cada matí. Durant dos anys va somriure i dir bon dia a la presó estatal per a dones, li van reduir la condemna de cinc anys i li van concedir la llibertat provisional».

Publicat per Edicions 62. Seleccions de la Cua de Palla (vol. 86). Primera edició: desembre de 1988. Títol original: Behold this Woman (1947). Traducció d’Eugeni Riaza.  190 pàgines.

martes, 28 de octubre de 2025

Berghain - Rosalía

 

Berghain - Rosalía, Björk & Yves Tumor

Seine Angst ist meine Angst

Seine Wut ist meine Wut

Seine Liebe ist meine Liebe

Sein Blut ist mein Blut...

Vídeo/Letra (Alemán/Español/Inglés): AQUÍ

viernes, 24 de octubre de 2025

La distancia que nos separa – Maggie O’Farrell

 


«No hay nadie en la carretera, la línea blanca intermitente se curva más adelante. Anda por encima de ella y nota la granulosa superficie elevada de la pintura a través de la fina suela de goma de las botas. Un sol pálido pugna por asomarse entre las nubes. Una vaca rubia con cuernos como cuartos de luna, que se rasca la barbilla en una cancela de cinco barrotes, se queda quieta de pronto y fija en ella una conmovedora mirada de ojos castaños hasta que la deja atrás. Pasa un coche solitario cuyas ruedas crujen sobre el asfalto. Arranca un puñado de hierbas altas del margen, le quita las semillas y las esparce encima de un seto. Las coníferas dan paso a unas hayas altas de copa inquieta.
     En el cruce, se vuelve y, al llegar al final de la subida, se alza de pronto ante ella: el lago Inch, una inmensa extensión de agua plateada, vertida en la hondonada más profunda del valle. Hoy está liso como un espejo y refleja imágenes fragmentadas de los árboles, de las montañas y de las casas dispersas de Kincraig».

Publicado por Libros del Asteroide. Primera edición, 2024. Título original: The Distance Between Us (2004). Traducción de Concha Cardeñoso. Premio: Somerset Maugham (2005). 344 páginas.

miércoles, 22 de octubre de 2025

Desmejorado – Bunbury

 

Hay gente para todo, hay cosas que se cuentan y parecen ciertas, es cuestión de hormonas, dicen que se van, pero se quedan.

Yo sigo igual, sigo tal cual, quizás desmejorado, y el arrabal amargo en el paladar. Nunca pasar una semana con la misma neura hicieron de mí una copla perversa.

Estabais ausentes cuando dormía, me habré perdido algo quizás, en las monedas de plata desprendidas del beso al carcelero de mi corazón.

Yo sigo igual, sigo tal cual, quizás desmejorado, que no quede nunca el papel deshabitado. Otro ritmo, otro compás. Eh, rimas de mar. El gran teatro del mundo debe continuar.

Si no nos entra la locura. mientras se esfuma la espera habrá que dar la guerra por perdida y volver a los placeres prohibidos, o privados para los necesitados

Yo sigo igual, sigo tal cual, quizás desmejorado. Y el arrabal amargo en el paladar. Otro ritmo, otro compás, rimas de mar. El gran teatro del mundo debe continuar.

Teatro Principal (Zaragoza, junio 2004)

Vídeo/Audio: AQUÍ

miércoles, 15 de octubre de 2025

El punt de ruptura – Jordi Dausà

 

«Havia edificat la meva carrera d’escriptor sobre aquesta capacitat de trobar el punt de ruptura de les persones i les coses. En un paisatge literari on molts companys i companyes explicaven el món des d’una perspectiva similar, i amb un sistema de valors compartit, els meus ulls se n’anaven, sense que jo ho pogués evitar, cap el detall que alterava el conjunt. L’esquerda a la paret, el condó rebregat enmig del paratge bucòlic. El llunàtic d’ulls plorosos que, de tot el bar, se m’enganxava a mi. Coneixia cada pam de les urbanitzacions desastrades mentre que la gent del poble al qual pertanyien ni sabien de la seva existència. Si podia fer el cafè rodejat de borratxos amb la cara lilosa o de ciclistes belgues saludables, escollia sempre la primera opció».

Publicat per Llibres del Delicte. Primera edició: setembre 2025. 230 pàgines.

miércoles, 8 de octubre de 2025

Dies foscos a la ciutat – Gene Kerrigan


     «En Danny Callaghan anava pel segon escocès. Era al seu apartament, dret al costat de la finestra, amb els llums apagats. Va deixar que la llengua jugués amb el sabor i a continuació es va empassar el líquid.

     Un bon dia.

     De fons, a la ràdio sonava alguna cosa suau i melòdica. Era una emissora de música clàssica que en Callaghan havia escoltat molt a la presó. No coneixia cap dels compositors i amb prou feines parava atenció als títols de les peces, però senzillament li agradava la sensació que li suscitava la música. A la presó, la ràdio havia sigut una cosa important, i després havia continuat formant part del seu dia a dia».

Publicat per Editorial Clandestina. Col·lecció crims.cat (vol. 94). Primera edició: maig de 2025. Títol original: Dark Times in the City. Traducció de Teresa Solana. 460 pàgines.

lunes, 6 de octubre de 2025

E de Empate

 


Ezequiel aplastado por la rueda del sistema.
 
 
La igualada, como término medio, se la apropiaron los deportistas para deshacer de los marcadores paritarios aquellos guarismos siameses incapaces de posicionarse a favor de alguno de los contrincantes que, reflejados en el espejo de los días, resultaron ser algo parecido a ellos mismos. Gloria para quién consiga seducir a Victoria.
 
Futbolistas que prorrogaban sus cuitas, partiendo las horas por la mitad, antes de subir al cadalso de los once metros. Tenistas firmando el eterno deuce  de la supervivencia momentánea, pelotas amarillas buscando dejar su impronta en las líneas de flotación del enemigo. Ajedrecistas emponzoñados de estrategia, náufragos en blanco y negro, agarrándose desesperadamente a las tablas de salvación dictadas por reyes cobardes que reculaban ante el enemigo menor del populacho.
 
Pero de aquel circo equidistante entre el triunfo y la humillación, también huyeron del empate las parejas de amantes a los que la vida separó sin que las odiosas semillas que engendraron fuesen repartidas de modo equitativo, los trapecistas sin red social de protección, y los equilibristas de la moral, entre otros especímenes entrenados para ganar.
 
Hubiésemos podido empatar si no hubiéramos acabado metiendo la pata con la soflama proclamada por Empatía, aquella diosa de la paz que pretendía que ganaran ambos contrincantes, pero ella siempre un poquito más. De incógnito, pudimos firmar una X en la eterna quiniela de la existencia, sin embargo, no estábamos dispuestos a ceder el más mínimo espacio en la atalaya de nuestra razón. Y la partida se hizo tan eterna que nunca acabó de dirimirse del todo.
 
Hoy en día, a punto de levantarle las faldas al primer cuarto del siglo XXI, la evolución de la especie humana nos ha vuelto a cruzar la cara: sin revolución social no llegaremos a rozar las puertas del Edén. Puede que sea nuestra última oportunidad de, como mal menor, empatar con la vida. Dejar las espadas en alto sin mutilarnos, rollo harakiri, los tendones que nos sostienen en pie: no hay honor en la derrota.

viernes, 3 de octubre de 2025

D de Distopía

 


Deckard cogió su fusil.
 
Que el futuro sería una cosa con carga negativa no lo contaron los padres, neutrones domesticados, por si acaso se nos ocurría echarles en cara lo del alumbramiento con la premura de lo obligado; pero ya lo narraron algunos escribanos especializados en la materia: Zamiatin, Orwell, Huxley, Bradbury, Vonnegut… y todo el resto de la alienada alineación.
 
El verdadero objetivo de la humanidad era la destrucción de su propia especie, extensible a todo bicho viviente que se interpusiese en su camino: pandemia idealista. Distopía hecha realidad, mientras Utopía, la hija del moro Tomás, fue perdiéndose en el olvido generacional: aquel imaginario combate de los sueños donde siempre acababan imponiéndose los malos, aunque fuera con la sutura de los puntos suspensivos…
 
Mentes libres sondeadas por la policía del pensamiento. Reproducciones artificiales de personas asquerosamente perfectas en su imperfección. Políticas represivas destinadas a controlar la pureza del individuo secuestrado en sociedades putrefactas. Religiones de pantomima en la sala de espera de templos abandonados: lavémonos las manos, que ya llegan los gusanos. Experimentos, todos ellos, encaminados hacia el insondable abismo de  la locura colectiva. ‘Distopía volverá a elevarse en pocos años’, supieron vendernos a plazos; muy por encima de nuestras pesadillas, aunque para ello tuvieran que volar un buen puñado de cabezas bien pensantes.
 
Distopía tiene el alma roja y las bragas negras, su nombre esculpido en el trofeo al ganador de todas las futuras guerras. Su instinto de supervivencia no conoce mejor postor que la estrella del porvenir. Araña la tierra sin ensuciarse las uñas, sigue retozando en el limbo con la intención de engendrar… algo nuevo.

jueves, 2 de octubre de 2025

C de Calle

 


Paracaidistas de plástico varados en cables de alta tensión.
 
 
Pequeño ramillete menguante de recuerdos callejeros a precio de saldo.
 
Aquella primera vez que la pisamos, ya con la bípeda capacidad de calzar al olvido con bambas de mercadillo. Un esférico de cuero recosido reventando la escuadra de una persiana metálica, no hay moviola capaz de reproducir aquel histórico estruendo. Si mirabas a otra parte ya te lo contarían más tarde: atrás quedaron los cromos y los gnomos.
 
Mamá se une al coro vecinal de las que claman a sus retoños desde la atalaya del balcón, te llama como no te gusta que te nombren para no tener que repetirlo de nuevo; límpiate la mugre que te cubre: el ritual de la mesa, fauces hambrientas triturando aquel extraño porvenir que aún no cesa.
 
Aquel lejano día, en el bar, estrellando tres puntas del primer quinto helado contra la garganta sedienta, tu padre al lado, mediana mediante jaleando al debutante; y la máquina del millón escupiendo tu última bola de extrarradio: “si no quieres estudiar, tendrás que laborarte un futuro”, sentencia envuelta en naftalina.
 
La primera chica del juego del amor se llamaba Margarita, como la de aquella estúpida canción, el destino la deshojó… y te dijo que no. Conciliábulo de amigos, el miedo a la sábana blanca de los fantasmas infantiles tornó en el cuero negro de la adolescencia, rap existencialista danzando entre cadenas negras de acero y émbolos de segunda mano: sobrevive que no es poco, hermano.
 
¡Cállese ya, hombrecito! o calle para siempre.