Por Dios, no tiene una amiga, un familiar, alguien que la acompañe, me pregunté.
Los dedos de la artista subieron hasta el tornillo del que estuvo colgada la pintura y lo envolvieron. La vi tirar con fuerza de él, como si quisiera comprobar su firmeza. Satisfecha, se alejó a buscar una escalerita de tres peldaños que había en la sala y la puso bajo el tornillo. Subió al peldaño de más arriba, se dio vuelta para mirar al público que no vino y, por medio de un gancho que debió de coser a su chaqueta, se colgó del tornillo. Soy un sentimental. Mis lágrimas quedaron colgando junto a ella. El encargado me instó con un gesto a entrar a la exposición; supongo que lo hacía a escondidas para no ilusionar a la artista por si yo seguía de largo, que es lo que hice».
Publicado por Editorial Anagrama. Primera edición: noviembre de 2024. Premio: 42.º Premio Herralde de Novela (ex aequo con Los hechos de Key Biscayne, de Xita Rubert). 168 páginas.