A Val Kilmer, en su época uno de
los guapetes oficiales de Hollywood, siempre le agradeceré (entre algunas otras
remarcables pelis de su legado) que trajera de nuevo a The Doors −resucitando
al mismísimo Jim Morrison− al panorama musical para goce y disfrute de nuevas
generaciones que parecían negarles su merecida grandeza. DEP.
Escena ‘The Doors’, Oliver Stone (1991)− AQUÍ