martes, 9 de enero de 2024

Gozo – Azahara Alonso

 

«PARA LLEGAR A LA ISLA hace falta atravesar tierra, mar y cielo, aunque en otro orden. En la primera llegada dejé los crucigramas a un lado cuando el avión comenzó a dibujar círculos sobre sí mismo y el bolígrafo se destintó. Los días ya perdían varios minutos de luz en aquella época, por eso la mitad del viaje por aire fue a oscuras, algo que me permitió no pensar muy vivamente que debajo de nosotros no había nada más que agua. Volar es siempre un acto de fe, ya sea en la técnica o en el buen día de quien nos conduce. Durante una parte del giro en el aterrizaje veía tierra, pequeños cúmulos de luces, algunas de colores. Eran pueblos de la isla grande, organizados en torno a iglesias, y en una de ellas, la más colorida, con decenas de bombillas verdes, amarillas, rojas y azules, celebraban una de las últimas fiestas de la temporada. Vi fuegos artificiales que a esa altura parecían de juguete y descubrí la dualidad fundamental. Nada de bien y mal, nada de realismo e idealismo, razón y fe, cielo e infierno. Ahora sé que todo es una cuestión de cuerpo en el contexto: macro y micro. Descendíamos, íbamos directos a la vida en detalle».

Publicado por Ediciones Siruela (Colección Nuevos Tiempos). 7ª edición: septiembre de 2023. 234 páginas.