
Parece
ser que a la arribada de las distintas aficiones de todas las selecciones que
van aterrizando en el país, afortunadamente poca gente, las autoridades qatarís informan
de una serie de avisos/condiciones que deben de tener muy en cuenta a la hora de disfrutar
de su peregrinaje a este Mundial de la Vergüenza.
Aquí
les dejo un pequeño ramillete de ellas: prohibido celebrar en las calles,
hablar con mujeres locales en público, mostrar banderas o símbolos LGTB, que
mujeres extranjeras luzcan escotes o similares (puto calor que tenéis incluso
en noviembre, nen), lucir signos
religiosos que no correspondan (cruces, yingyangs
y tal…), entrar en las mezquitas si no te va su rollo, demostrar afecto en
público incluso siendo una pareja heterosexual (que te detengan por celebrar un
gol con tu chica, uff), fumar o darle a la botella alcohólica en público, fotografiar
lugares privados sin permiso, insultar o pelearse con otras aficiones en la
calle, burlarse del rollo musulmán, consumir pornografía mirada o leída
(¿valdrá pajearse en la ducha del hotel?), hacer gestos obscenos en cualquier
rue…
Pero
no pasa nada si va poca peña extranjera, ellos van y se te inventan el ambiente
y los van rellenando con aficionados contratados para animar a quien
corresponda, pobre gente que lo más redondo que ha visto en su vida es un melón
y se van a desgañitar por tu equipo por cuatro rials (por poner un ejemplo, he visto imágenes con los ‘hinchas’ de
España y ya les digo yo que los mozos no fueron paridos en Cuenca). Bah! para
que seguir. Por todo esto y por algunas cosas más de las que nos iremos
enterando: #BoicotQatar2022
Ah!
Y lo más importante, este esperpéntico Mundial Hibernal ha costado, inversiones
económicas aparte, la nada desdeñable cifra de 6.500 muertos. Repito, 6500 muertos.
P.D. Para los
que nos gusta el fútbol de verdad esto es un mal trago que inevitablemente nos
vamos a tener que tomar/tragar (bombardeados por todos lados con resultados,
noticias y otras mierdas del montón). Que pase cuanto antes… y que gane el
peor.