Menudo cachondeo hemos tenido esta semanita con la estatua
del puto Franco presente en los exteriores del templo sacralizado del Born (¿A
quién se le ocurrió poner esta mierda a las puertas de un espacio tan simbólico
para los catalanes?); una estatua de bronce que formaba parte de la exposición “Franco, Victòria, República, Impunitat i
espai urbà” – muy mala me comentan algunas personas que la han visitado- que
durará 3 meses a pesar de que la susodicha escultura solo ha durado 3 o 4 días
expuesta a la intemperie y a la ira de los ciudadanos antes de acabar en la deixalleria de la memoria transportada
por uno de los camiones de la limpieza municipal, ¡hala maco, a la basura!… primero empezaron con el lanzamiento de huevos
y otros proyectiles pringosos, al que siguieron grafitis de todos los colores,
banderas independentistas o de colectivos gays a lomos del caballo, colocación
de muñeca hinchable a la grupa –esta fue muy divertida- y finalmente acoso y
derribo del dictador a imagen y semejanza de lo sucedido en otras épocas
históricas con otros tipos de la calaña de Hussein, Gadafi o Stalin. El pueblo
unido jamás será vencido, ya saben ustedes…
Sleepy Paquito
Hollow, que ya venía con la cabeza cortada –me informo al respecto
y averiguo que alguien lo decapitó en el almacén donde criaba malvas en Nou
Barris, barrio obrera por excelencia de la BCN moderna, a donde había sido
trasladado desde el Castillo de Montjuïc en 2008-, ha sido retirado de
circulación, descaballado y descabellado por el mismo populacho que no quiere –y
por lo tanto no los tendrá- toros en su país… pobret, que algú encengui una espelma en el seu record!