Entre todas las genialidades que aportó Johan Cruyff como
inventor del fútbol moderno ejerciendo de entrenador de aquel inolvidable Dream
Team del Barça, recuerdo hoy -a raíz de un documental que acabó de ver sobre el holandés volador- una que generó mucho debate futbolístico en su
momento, representada en la figura del ‘6’ que era el dorsal que lucía Jose
Mari Bakero (¡mi jugador favorito de la época!, digámoslo ya…) pero que acabó
conquistando el corazón de todos los culés
–brazalete de capità incluido- por el
especial pundonor, entrega, profesionalidad y compromiso con el que este jugador
se desenvolvía por los terrenos de juego. Clave, en mi opinión, en su posición
de contrapeso en una plantilla compuesta por otra serie de jugadores que
llegaron de la mano de Johan al primer equipo: aquellos inigualables 4
extranjeros que entonces se permitían en cada plantilla, muy baratos todos
ellos por extraño que parezca (Koeman, Laudrup, Stoichkov y Romario), aquellos nacionals de juego tan extremadamente
inteligente y polivalentes en sus extrañas posiciones de juego (Eusebio, Txiki,
Goiko, ente otros…) y aquella serie de chavales de la cantera de La Masía que
empezaron a brotar cada temporada de la mano del Mestre Johan y su inolvidable filosofía de mimar la Pedrera (Guardiola, Amor, Sergi, Chapi…
y todos los que llegaron después con el tiki-taka
marca de la casa… hasta hoy); pues bien, Bakero allí en medio era el encargado
de pivotar con todos ellos mediante aquel insospechado y muy arriesgado PASE
HACIA ATRÁS que tan de los nervios ponía al Camp Nou, combinación con la
siempre defensa-infarto de 3, y el
portero que debe saber jugar con los pies para defender la portería del Barça,
e inmediatamente después, incorporarse al ataque a rematar lo que le cayera con
su exquisita llegada desde 2ª línea, iba bien con las piernas patizambas, y
también iba, quizá todavía mejor, de cabeza a pesar de su escasa estatura (Oh!
Aquel increíble gol ante el Kaiserlautern, preludio de la 1ª Orejona en
Wembley…), todo ello ejecutado con un despliegue físico monumental, no habían
estadísticas entonces pero dudo mucho que existiera un jugador con mayor
recorrido kilométrico en un partido que Jose Mari Bakero… ¡Grande!
Nacido en Goizueta (Navarra) el 11 de febrero de 1963, ¡53
tacos en las botas, Jose Mari! y procedente de la Real Sociedad, estuvo 8
temporadas en el Barça comprendidas entre 1988 y 1996, disputó 432 partidos
consiguiendo marcar la friolera de 115 goles –realmente muchos para un
centrocampista de sus características-, y conquistó 4 Ligas, 1 Copa de Europa,
2 Recopas de Europa, 1 Supercopa de Europa, 4 Supercopas de España, 2 Copas del
Rey y 2 Copas de Catalunya.