“La
45 en dirección sur hasta la parte norte de la isla: los puertos estaban
repletos de veleros multicolores y de pesqueros de arrastre con las redes
colgadas de los foques como el musgo de un ciprés. Los vagabundos se
acuclillaban a la sombra de las palmeras y de los postes de teléfono. Las
palmeras estaban muy peladas y parecían costillas mordisqueadas y clavadas en
el suelo. Un perro flacucho con el pelo apelmazado renqueaba por la acera al
trote, tal vez de camino a isla Pelican. Había adolescentes vestidas con
escuetos biquinis sentadas en los capós de los coches y el sol se reflejaba en
sus dentaduras y en el cromado de los vehículos, también en los tapones de
botellas esparcidos alrededor de los neumáticos y en las latas de cerveza
aplastadas contra el asfalto. Los hombres mayores se concentraban a su
alrededor, repartiéndose latas de cerveza High Life o Lone Star.
El
azul del golfo estaba oscuro y el sol kilométrico que se asomaba en lo alto lo
moteaba con su napalm. La densidad del aire magnificaba el efecto del sol y
convertía sus rayos en lanzas. Aquí todo el mundo se gastaba una pasta en gafas
de sol.”
Galveston
Nic
Pizzolatto
Krustapunte/o:
Sorprendente novela negra la de este debutante de Nueva Orleans criado en
Luisiana al que muchos conocerán por ser el creador de la serie de TV ‘True
detective’ (aunque no es mi caso por aquello de que no veo demasiado la tele y
nunca si hay que pagar algún precio por ello). Dura, negrísima, muy bien
trabajada en sus 5 partes que transcurren alternas entre 1987 y 2008 durante algo más de 20 años de la vida de Roy Cady, un personaje protagonista de los que permanecen en la memoria. Cargada
de una poética violenta impresionante, creo que acaban de llevarla al cine con
guión del propio Pizzolatto, lástima que el director no sea el genial Tarantino
porque la mixtura hubiera resultado, seguro-seguro, irresistible. Muy recomendable
para amantes del noir de qualité y descubridores de escribanos debutantes con
talento.-