Nos
han robado el partido, Johan, pero tampoco esta vez nos quejaremos a esa puta
muerte que es el árbitro de la vida. Otros nos hicieron grandes pero tú hiciste
al Barça mès que un club… y además te sobró tiempo para inventar el fútbol moderno,
cabroncete. Como cruyffista de toda la vida muy afectado, claro, y con la gallina de piel también; pero a la vez
tranquilo porque tengo la seguridad de que el espíritu indomable del holandés
volador no morirá jamás; sirvan pues estas breves palabras como pequeño
homenaje a tu gran figura…
Descansa
en pau, Mestre!
Mai t’oblidarem, sempre t’estimarem!!!