Pregunta: ¿La gran novela de los bajos
fondos de Los Ángeles?
Respuesta: No hay bestia tan feroz de
Edward Bunker.
La opinión podría incluso discutirse. Pero
es indudable que se trata, por la precisión y el rigor de los detalles, del
libro más bello jamás escrito sobre el tema del atraco a mano armada, una
actividad criminal que la ficción siempre ha retratado exagerando y
tergiversando la realidad. Aquí, en cambio, tenemos un análisis agudo y veraz
de la psicopatología criminal.
Max Dembo sale de prisión en libertad
condicional. Trata, sin gran convicción, de volverse honesto. Pero el instinto
criminal reivindica sus derechos. A través de una serie de gestas
autodestructivas. Max refuerza su decisión de ser un atracador a mano armada.
Se sumerge de nuevo en los bajos fondos de Los Ángeles, donde se mezcla con una
fauna de vagabundos de ínfimo rango. Las explosiones de violencia se suceden,
una tras otra, escapando completamente a su control. Pero Edward Bunker nos
ofrece también, página tras página, una visión penetrante y asombrosa de las
reflexiones íntimas de Max Dembo: sutileza en el análisis de la sociedad,
despiadados retratos del comportamiento de su personaje, sin concesiones ni
justificaciones, juicios implacables sobre la ley y sobre la justicia, y su
burla final. Edward Bunker (ex ladrón, encarcelado en San Quintín) reparte
observaciones tan agudas como dramáticas.
L.L. Red vive en un cuchitril con las
paredes empapeladas de fotografías pornográficas.
Max Dembo elude al responsable de su
libertad condicional… un inicio asombroso que pone en marcha una infernal
sucesión de acontecimientos.
Max Dembo da a un confidente de la policía
un epitafio apropiado… gesto simbólico que ilustra perfectamente un libro en el
cual nada ni nadie se salva.
Es esta una novela de una originalidad
absoluta, una obra maestra del género negro que ha permanecido incomprendida y
desatendida.
Última advertencia: desconfiad, no
saldréis indemnes de vuestro encuentro con Max Dembo.
Prefacio
de James Ellroy para “No hay bestia tan feroz” de Edward Bunker