CONSEJERO:
Repite lo que acabas de decir.
REINER:
Que me gustaría olvidarme de Malkina follándose a mi coche. Creo.
CONSEJERO:
¿De qué mierda estás hablando?
REINER:
Tú te acuerdas del 328 que tuve hace tiempo.
CONSEJERO:
Claro. Buen coche.
REINER:
Muy bueno. No llevaba motor V12 pero sí era mejor coche que el 308. Lo cual tratándose
de un Ferrari es una vergüenza. Westray tuvo uno y decía que corría menos que
un caracol con diarrea. La metáfora es suya. Si es que es una metáfora. Da
igual. Fue hace bastante tiempo. Bueno, tampoco tanto. Llevábamos un tiempo
liados y una noche volvimos a Cloudcroft; estábamos hospedados allí, más que
nada por ese estupendo tramo de carretera entre Cloudcroft y Ruidoso. Fuimos en
coche hasta el campo de golf y aparcamos y estábamos charlando y de repente,
sin que viniera a cuento, ella levanta el trasero y se quita las bragas y me
las da y se baja del coche. Yo le pregunto que qué hace y ella dice: Me voy a
follar a tu coche. No veas. Me dice que deje la puerta abierta. Era para que
estuviese encendida la luz cenital. Entonces va y se sube al capó del Ferrari y
se levanta el vestido hasta las caderas y se abre de piernas pegada al
parabrisas, delante de mí, sin las bragas y luciendo ese rasurado brasileño que
se había hecho hacer. Y la tía empieza a restregarse contra el cristal. Oye,
que no me invento nada. A fin de cuentas en su país era bailarina, ¿no? Había
actuado en el teatro de la ópera, en Argentina. Lo sé porque he visto recortes
de prensa.
Total,
está allí subida haciendo el spagat y venga a frotarse con el parabrisas y
tiene la mitad de arriba apoyada en el techo del coche y entonces se asoma por
un lado para ver si yo la estoy mirando. Hombre, no iba a estar leyendo
e-mails. Me hace un gesto para que baje la ventanilla y mete la cabeza y me da
un beso. Boca abajo. Y luego me dice que está a punto de correrse. Y yo pensé
Hostia, me estoy volviendo majara por momentos. Eso es lo que pasa. Parecía un
siluro o qué sé yo. ¿Sabes esos peces de los acuarios que van subiendo desde el
fondo pegados al cristal, chupando todo lo que encuentran? Pues igual. No sé.
Fue absolutamente… alucinante. Ver una cosa así te cambia la vida.
CONSEJERO:
Cielo santo.
El
consejero
Cormac
McCarthy
*Diálogo
extraído del guión original novelado por Cormac McCarthy entre el Consejero
(Michael Fassbender) & Reiener (Javier Bardem). Malkina (Cameron Díaz).-