domingo, 27 de febrero de 2011

Hawaii


Noche de Oscars, bueno igual me quedo dormido con el pinganillo en la oreja y entresueños voy paseando por la alfombra roja felicitando a los ganadores, puede que a las siete cuando toquen diana todavía no hayan dado los premios gordos...
Nada, no me interesa demasiado el tema, en serio lo digo, pero si que me gustan este tipo de retransmisiones donde mucha peña que sabe de esto va contando anécdotas sobre el mundo del cine en general, y suena buena música de las bandas sonoras nominadas, o hacen repasos de la historia en los tiempos muertos…
No pago por ver la tele, de hecho no se ni en que cadena lo dan, así que me conformo con escucharlo por la radio, imaginando lo que acontece entre bambalinas, porque si lo pensamos bien eso es el cine, ¿no?, muchas cosas, sí, pero sobre todo imaginación.


“De aquí a la eternidad” ganó 8 Oscars, que podían haber sido más si hubieran obtenido reconocimiento las otras cinco nominaciones que tuvo (Burt Lancaster y Montgomery Clift peleaban entre ellos y los dos se quedaron injustamente sin premio), tampoco se lo dieron a Deborah Kerr, ni al vestuario, ni a la música…
Ah, la música! La trompeta del soldado raso Prewitt llorando de pena por la muerte de un amigo de los de verdad: el también soldado raso Maggio (Frank Sinatra, que si lo ganó como no podía haber sido de otra manera). Una película inolvidable de Zinnemann, año 1953.-