
El argumento es bien sencillo, encuentros casuales entre personas solitarias en diferentes rincones del planeta USA, para tomar un cafelito y fumarse unos pitis mientras se intenta arreglar el mundo con el poder más grande del que disponemos los sometidos habitantes del globalizado sistema: el de la palabra que fluye.
¿Quedamos para tomar un café?, esa frasecita encierra en si misma una ofrenda de amistad, que si realmente es saludable, no mata, sino que puede dar vida, a veces lo complicado es dar el primer paso de llamar a un amigo para saber de él, sin embargo no solemos hacerlo amparándonos en estupideces del tipo: Que me llame el-la, que le toca! (sino un pito, una pelota, como en la tómbola).
Entre cafeína y nicotina, podemos hablar de algo, de todo, o simplemente de… nada.-
"Coffee and cigarettes" - Jim Jarmusch (2003)