
No entiendo de danza, pero recuerdo que cuando Almodóvar me restregó esta escena por los morros pensé que me hubiera gustado entender, aunque seguro que desde un patio de butacas me hubiera quebrado como el Grande Grandinetti, puede que hasta quizás me apeteciera hablar con ella, esperándola una noche bajo la lluvia debajo de una farola, en la exit que da al callejón de la Farándula…
Sí alguna vez me acorralan en una conversación de danza, siempre tendré el nombre de esta mujer en la boca, seguro que me hace quedar bien, y es que creo que una bailarina ha de ser también una buena actriz, como lo fue ella, transmitir básicamente en cada uno de los movimientos de su cuerpo, de su rostro, una aliento de vida… o de muerte. Genial.-