jueves, 24 de noviembre de 2016

Departamento de especulaciones – Jenny Offill

“Hay un hombre que viaja por todo el mundo intentando encontrar lugares en los que uno pueda quedarse quieto y no escuchar sonido humano alguno. En su opinión es imposible sentirse tranquilo en las ciudades, ya que casi nunca podemos oír el canto de los pájaros. Nuestros oídos han ido evolucionando para ser nuestro sistema de alarma. Y en los lugares donde no cantan los pájaros nos ponemos en estado de máxima alerta. Vivir en una ciudad significa vivir acobardados para siempre.

Los budistas dicen que hay ciento veintiún estados de conciencia. Y entre estos, solo tres están relacionados con la desgracia y la tristeza. Pero la mayoría de nosotros nos pasamos la vida yendo y viniendo de uno a otro de esos tres estados.”