viernes, 12 de agosto de 2011

Euskal Herria - 2011

Un país de contrastes que posee una belleza sobrecogedora en algunos de sus parajes, principalmente localizados en Donostia (de la que estoy en condiciones de afirmar que es una de las ciudades más bonitas que conozco, por no decir la maxmix. Una mini urbe donde no falta de nada, confeccionada con un buen gusto exquisito, casi de cuento de hadas…), pero también luce bonita Bilbao (la zona de Areeta-Las Arenas-Guetxo es preciosa, apenas a un cuarto de hora del centro viajando en metro), nada que ver con aquella ciudad gris e industrial que fue y que uno presuponía seguir encontrando; e incluso la “hermanita menos agraciada” Vitoria con su impagable Casco Viejo, especialmente recomendables las tabernas de la calle Cuchillería.
No quisiera pasar por alto la referencia a Hondarribia, un pueblo situado a escasos minutos de San Sebastián, vía bus de línea, y que vale la pena visitar por los múltiples atractivos que ofrece al turista, playita salvaje incluída…
Imposible describir el mar de sensaciones que me ha dejado conocer este pequeño país, tampoco me apetece demasiado escribir en época estival todo hay que decirlo, digamos que solo pretendo dejar en este blog la huella de esta experiencia tan reconfortante, una pequeña selección de fotos para la posteridad (aunque seguro que volveremos a experimentarlas, ya que este es de esos sitios a los que siempre apetece VOLVER), y algunos apuntes, que resulta imposible describir, al ser consciente de que me dejaría muuuuchos detalles (Ondarreta, Zurriola, Gros, Aiete, Urgull, Isla de la Tortuga….).
Y muchas otras sorpresas que Euskadi ofrece al visitante (de los pintxos gastronómicos casi no digo nada, aunque podríamos ponerles un adjetivo: MEMORABLES, o sea que ya lo dicen todo, y todo es poco…) que te dejan extasiado acompañados de un zurito, txacolí o tinto de la vecina Rioja, por cierto y antes de finalizar dejar constancia de la EXTREMA amabilidad de las gentes que encontramos por el camino. Eskerrik Asko!















Fotos: Violeta - Krust