«Pero si había un lugar esencial
en esa Barcelona joven y contracultural, con un significado que excedía el mero
punto de encuentro o de intercambio, ese era la Rambla. Es imposible resumir
todo lo que ese paseo significó para los jóvenes inquietos que transitaban por
la Barcelona de Nela. Pero podría decirse que se convirtió, al menos durante
unos años, en la materialización de una posibilidad de libertad a través de lo
colectivo, de la tolerancia, de la normalización de los minoritario y lo
marginal. En esos años, en la Rambla, daba la impresión de que se podía soñar
con un nuevo estilo de vida más allá de las convenciones sociales o económicas
y de las restricciones morales; incluso de las que, pocos años más tarde,
impondrían los partidos políticos democráticos. En la Rambla podía ser uno lo
que le viniese en gana y crear y ver y hablar y escuchar sin tener en cuenta la
rentabilidad económica o el reconocimiento personal. Siempre que uno fuese, eso
sí, un joven sin asomo de cinismo, de corazón bohemio y aventurado, respetuoso
con la creatividad propia y ajena y con ganas de cambiar el mundo; siempre que
a uno le interesase «el rollo», como ellos mismos solían definir esa clase de
actitud ante la vida».
Publicada por Tusquets Editores. Colección Andanzas (vol, 1073). Segunda edición: octubre de 2024. 338 páginas.
