«El inspector entró en una
taberna y orinó a oscuras en un retrete diminuto y encharcado. Adivinó en la
sombra la mala sangre y sus relámpagos, las injurias trazadas en la pared a
lápiz y a punta de navaja. Revoloteaba una mosca grande chochando ciega contra
las tablas de la puerta».
«Cuando salió, desde el cine le
llegó un sordo disparo y una melodía sumergida, ondulante, como si tocaran el
piano bajo el agua. Más arriba habían baldeado la calle y bajaban oscuros
regueros de espuma jabonosa. Prendido en las comisuras de la cloaca se pudría
un ramo de lirios. En un portal y de espaldas, subiéndose con disimulada
premura el borde de la falda, una muchacha hizo chasquear la liga contra su
muslo».
«Sobre la alfombra dormitaba un
gato negro y, extendidos al borde de la cama, un pijama y un camisón esperaban
a los cónyuges como espantapájaros abatidos».
Publicada por Seix Barral. Tercera edición: octubre de 1990. Premio Ciudad de Barcelona. 144 páginas.