«A medida que transcurrían las
horas del día, veían cómo el cielo y el mar mezclaban sus colores, reflejando
el azur y el rosa hasta que las aguas adoptaban el color del vino y el ocaso
envolvía los islotes en ámbar y melancolía».
«Entrasteis por la barrera de
Guencea y os dirigisteis a la barriada de los curtidores. El camino era de
lodo, salpicado a cada paso de estiércol de vaca y cadáveres con los intestinos
fuera. Eran los primeros días del verano, las moreras estaban cargadas de
frutos y las moras aplastadas en el suelo dejaban manchas purpúreas como
escupitajos de sangre. Desde las curtidurías de la orilla del Dâmbovița llegaba
un tufo tan espantoso que muchos en el carro habían vomitado, asomados sobre
los adrales. Caía la tarde y por todas partes aparecían perros sarnosos,
ladrando y echando espumarajos como rabiosos, que intentaban morder los
espolones de los caballos. ¡Cuántos transeúntes serían atacados por esas
manadas hambrientas! Delante de las casas pequeñas y carentes de belleza, con
pieles de vejiga de cerdo en las ventanas, se pasaban la vida unas viejitas sin
dientes y unos viejitos de cabellos blancos».
Publicado por Editorial Impedimenta. Primera edición: septiembre de 2024. Título original: Theodoros (2022). Traducción de Marian Ochoa de Eribe. 650 páginas.
MASTERPIECE