«Vallecas es el Rayo Vallecano
como el Rayo Vallecano es Vallecas. Es muy difícil disociar uno del otro. La
propia gestación de ambos ha llevado caminos paralelos, que siempre han estado
cimentados en los patrones de la lucha, o como emana el propio lema del
conjunto franjirrojo: valentía, coraje y nobleza. Parecen tres aspectos que
conforman el alma de la barriada y de sus habitantes, hasta el punto de que los
hinchas entonan uno de sus cánticos preferidos: “No cumplimos años, solo
temporadas”. El guiño futbolístico y la metáfora son claras. Las vidas de los
vecinos del barrio caminan de la mano y de forma paralela al equipo franjirrojo.
Dos almas que se funden en una y que generan un calor que puede con todo y que
explota en otra de las entonaciones de la grada: “no me importa nada, que nunca
ganes nada, para nosotros, la franja es sagrada”. Es decir, una vez más, los
colores como símbolo más especial por encima de todo.
El Rayo Vallecano es un equipo que siempre ha caído simpático en España. Por supuesto que habrá tenido sus oponentes, pero en términos generales la percepción es que los hinchas del fútbol se han alegrada de los éxitos del equipo madrileño, muchos de ellos hablaban del “Rayito”. Y, por cierto, si hay algo que no guste a los hinchas franjirrojos es ese apelativo diminutivo, que se antoja como cariñoso y pequeño, como quitándole seriedad al equipo. Y es verdad que muchos lo hacen desde el afecto, pero no. Rayito no; Rayo o Rayo Vallecano».
El Rayo Vallecano es un equipo que siempre ha caído simpático en España. Por supuesto que habrá tenido sus oponentes, pero en términos generales la percepción es que los hinchas del fútbol se han alegrada de los éxitos del equipo madrileño, muchos de ellos hablaban del “Rayito”. Y, por cierto, si hay algo que no guste a los hinchas franjirrojos es ese apelativo diminutivo, que se antoja como cariñoso y pequeño, como quitándole seriedad al equipo. Y es verdad que muchos lo hacen desde el afecto, pero no. Rayito no; Rayo o Rayo Vallecano».
Publicado por Fuera de Ruta Editorial. Primera edición: marzo 2024. Prólogo de Paco Jémez. Epílogo de Raúl Granado. 272 páginas.