«Y claro, en la Constitución americana no
pone qué ocurre después. Si la madre tiene que salir disparada el mismo día del
hospital para llegar a tiempo a su trabajo en McDonald’s, recolectando fresas
en California, cosiendo camisas en Wisconsin, recogiendo basura en Nueva York…
O si convoca una rueda de prensa para proclamar orgullosa que ha nacido su
retoño y luego se va a Florida a poner la chirla en remojo, como ha hecho toda
su puta vida. Porque la Constitución, para simplificar, dice que «tu felicidad
te la construyes tú mismo.
Otro importante derecho constitucional es que todos los americanos pueden tener armas (a los bosnios no nos mencionan a este respecto porque los padres fundadores ni siquiera oyeron hablar de nosotros, aunque teníamos un reino y ya existíamos la minucia de seiscientos años antes que ellos)».
Otro importante derecho constitucional es que todos los americanos pueden tener armas (a los bosnios no nos mencionan a este respecto porque los padres fundadores ni siquiera oyeron hablar de nosotros, aunque teníamos un reino y ya existíamos la minucia de seiscientos años antes que ellos)».
Publicado por Sajalín Editores (Colección al margen, vol.58). Primera edición: marzo de 2024. Traducción y prólogo de Marc Casals. Título original: Pisma iz ludnice (2001). 172 páginas.