«… La lluvia no cesaba. Después
de acabar de comer, mientras reducíamos a cenizas un cigarrillo tras otro de la
marca Shikishima, chismorreábamos sobre un amigo de Tokio.
Estábamos en un anexo de dos habitaciones de seis tatamis, protegidos por un toldo de carrizos que daba a un jardín donde no había nada. En realidad, tampoco se puede decir que no hubiera nada. Aquí y allá crecían algunas juncias, muy típicas de la vegetación de la costa, que arqueaban sus espigas sobre la arena. Cuando llegamos, las juncias aún no habían terminado de espigar. Y las que habían salido, eran de un verde vivo. Pero en ese momento, percibimos que todas ellas habían cambiado por igual a un color castaño claro y que en cada una de las puntas brillaba una gota».
Estábamos en un anexo de dos habitaciones de seis tatamis, protegidos por un toldo de carrizos que daba a un jardín donde no había nada. En realidad, tampoco se puede decir que no hubiera nada. Aquí y allá crecían algunas juncias, muy típicas de la vegetación de la costa, que arqueaban sus espigas sobre la arena. Cuando llegamos, las juncias aún no habían terminado de espigar. Y las que habían salido, eran de un verde vivo. Pero en ese momento, percibimos que todas ellas habían cambiado por igual a un color castaño claro y que en cada una de las puntas brillaba una gota».
Publicado por Satori Ediciones.
Primera edición: noviembre 2011. Traducción de Yumika Matsumoto y Jordi
Tordera. Introducción de Carlos Rubio. Título original: [或阿呆の一生 : Aru ahō no Isshō. 196
páginas.
Relatos: ‘Las mandarinas’,
‘Extractos de la agenda de Yasukichi’, ‘Al borde del mar’ (fragmento del
post)’, ‘Registro de defunciones’, ‘Engranajes’, ‘Vida de un idiota’, y ‘Nota
enviada a un viejo amigo’.
Nota: Todos los relatos fueron escritos en el periodo comprendido entre 1923 y 1927 excepto ‘Las mandarinas’ (1919). El relato que titula el compendio, “Vida de un idiota”, testamento literario de Akutagawa, me ha parecido sencillamente extraordinario.