“Cuatro meses antes de su muerte dejamos de ir a ver a
Independiente. Por la inminente quiebra del banco él pensaba que lo podían
detener en un lugar público y que su foto esposado se imprimiría en la prensa.
No quería que fuese en la Doble Visera.
El rito de compartir la cancha que nos mantuvo unidos por
años, se suspendió por su depresión final. Aunque nunca me ayudó a preparar
exámenes ni firmó mi boletín de calificaciones ni me llevó a comprar ropa, papá
mantuvo esa ceremonia. Para mí, consistía en ver cómo se mordía los dedos
mientras manejaba, observar su andar, con las piernas muy separadas en la
caminata al estadio, y su cariño por los príncipes en desgracia, como Luís
Fabían –El Luifa- Artime después de errar un penal definitorio en la final de
la Supercopa 1988.
La elección de un club –acaso el lugar común más inevitable
de la paternidad- era nuestro patrimonio. Un patrimonio irracional hecho de una
serie de logros deportivos, un panteón de nombres propios, un estadio de
hormigón y un color.
Dejamos de ir a la cancha en septiembre de 1990. Al
renunciar al rito, papá parecía decir también que renunciaba a la paternidad.
Septiembre
Octubre
Noviembre
El primer miércoles de diciembre se tiró por una ventana.”
Krustcomment: Non
fiction novel, autobiográfica para más señas, narra la relación personal del
autor con su padre y, por ende, con toda la peña que les rodea, pero a su vez
representa todo un repaso a la particular idiosincrasia de la historia
argentina, desde los 80 con el ‘famoso’ Caso Sivak, allí ya que aquí a mí
personalmente no me sonaba: asesinato del hermano del padre o, lo que es lo
mismo, el tío del autor, hasta noviembre de 2016. La biografía de un tipo
críptico y de firmes convicciones comunistas que además era banquero,
contrasentido al canto pero no tanto ya que también fue líder estudiantil,
guerrillero, abogado de presos políticos (Uh! Catalunya), preso político él
mismamente… y exiliado (Uh, Uh). Todo ello mezclado en la batidora de las
letras con otras salsas y aderezos de la vida –como la de los goles en el
fútbol- hacen de ésta, una novela memorística profundamente política, visceral,
humanística, ‘absurda’ en ocasiones e incluso ‘obsesiva’ en otras si me apuran,
pero interesante en todo caso.
Recomendable para estudiosos de ese país tan peculiar del
sur de las Américas: Argentina… y degustadores de la intimidad ajena.-