Para los que siempre hemos valorado el sentido del humor
como una gran arma pacífica de inteligencia, para los que lo flipamos de tanto
en tanto (huyendo del espanto) con ataques incontrolados de risa freak que
acaban derivando en lágrimas de alegría, de dicha de disfrutar ese preciso
momento en que aparece el contrasentido en toda su máxima expresión; este tío
siempre fue todo un referente, uno de los GRANDES.
Condemort, Mestre.-