
Lo curioso del caso es que el delantero de la furia roja, se levantó del cesped como una exhalación disculpando al infractor a la voz de "No passa ná", argumento este que intentó esgrimir en su defensa el acusado en airada charla con el árbitro: "Lo ve usted, el mismo reconoce que se ha tirao", se puede leer en sus labios.
Cabe decir que la decisión fué irrevocable y el esférico fué colocado a los reglamentarios 11 metros de distancia para ser ejecutado por Ariel Broncatti, el espigado ariete uruguayo del Real Casa, que conseguió anotar el tanto ante el delirio de una exaltada seguidora que aparece al final de la grabación. Dificil esto de impartir justicia en los terrenos de juego.
Yo no ví tan clara la jugada, que me la repitan!