… y pensar que un servidor
siempre soñó con que le dieran una columna deportiva en un diario serio. Pero viendo/leyendo,
asombrado, el nivelazo que se gasta M. Rajoy en sus escritos casi que lo mejor
sería resignarse de una puñetera vez y aceptar que jamás podré alcanzar esas
excelsas cuotas de calidad narrativa. ¡Biba Apaña! (o no).