domingo, 4 de julio de 2021

Dócil – Aro Sáinz de la Maza

 

“Milo se puso a entonar la melodía de la Chacona por lo bajo de forma inconsciente. La ciudad se extendía ante sus ojos, cómodamente echada al sol, desparramada hacia un mar que hervía de agitación. El paisaje cambió por completo. La imagen plácida se convirtió de golpe en una tormenta tenebrosa. Las olas, densas como el petróleo, se arqueaban bajo un cielo oscuro estriado por rayos plateados y los latigazos rasgaban los negros nubarrones seguidos por fogonazos de luz cenicienta. Cerró los ojos un instante y los abrió. La ciudad apareció de nuevo bañado por el sol. Solo había sido un espejismo, otro más. Sin poderlo evitar, se estremeció ante la visión de las torres de la Sagrada Familia, y como tantas otras veces volvió a irritarle el polvoriento edificio de Nouvel, con su patética forma fálica. Plantado allí en medio de manera incomprensible, distorsionaba las líneas de una Barcelona que, no sabía por qué, se le antojaban femeninas, como una mujer tendida boca arriba. Con el ánimo ensombrecido, le pareció un enorme y primitivo menhir clavado en su espalda, atravesándola hasta surgirle por el pecho. Una mujer que no yacía muerta, sino asesinada.”


Serie Milo Malart (3)