Con la piel
hueca y vacía
y sin un
gramo de grasa
el niño
momia yacía
silencioso en
su carcasa.
“Deje,
doctor, sus prebendas
y diga por
qué un día
se volvió
nuestra alegría
un amasijo
de vendas.”
El doctor dio
su opinión:
“La
desventura de su hijo
tiene por
nombre –les dijo-
maldición del
faraón.”
La
melancólica muerte de Chico Ostra
Tim Burton
Tim Burton