miércoles, 21 de noviembre de 2018

Tierno bárbaro – Bohumil Hrabal



“Del mismo modo, cuando escribía no lo hacía de cualquier manera. Primero producía el escrito en el diario, luego se retiraba, preferiblemente a una taberna, cuando pedía una cerveza le añadía todavía una absenta, y si la carta debía ser inusitadamente significativa, se tomaba una absenta más. Cuando luego comprobaba que estaba en estado de gracia, empezaba a escribir, y la cosa volaba, su escritura recordaba a un grifo abierto. Cuando acababa de escribir, se encendía ceremoniosamente un cigarrillo, deliberaba y evaluaba qué efecto tendría la carta, si sentía que la carta despertaría indignación, se tomaba otra absenta para tener fuerza para pegar el sobre y tirarlo al buzón de correos. Siempre repiqueteaba el buzón y aún palpaba con el dedo por si se podía sacar la carta.”