domingo, 25 de octubre de 2015

Les veles s’inflaran!

Mar i cel es una obra de teatro musical muy conocida por estos lares (mares) ya que fue estrenada por la compañía Dagoll Dagom en el año 1987 (reestrenada en 2004 y por tercera vez en 2014 hasta hoy). No quiero contar nada sobre su espectacular escenografía, por si le apetece vivirla a alguien, pero sólo por eso ya vale la pena verla, de hecho muchísima gente yo lo ha hecho en sus diferentes etapas y desde el pasado viernes este pobre pirata ya es otro más de los que ha tenido la oportunidad de fliparla. ¿Cuánta peña habrá visto este musical? Una buena pregunta, desde luego, para los frikis de las estadísticas, mismamente yo.

Tampoco hablaré sobre su argumento (basado en la obra homónima de Àngel Guimerà), tienen otras canales para investigar al respecto, porque lo que sucede en escena da para muchas y variadas interpretaciones por parte del espectador (digamos que existen algunas variaciones significativas entre el literario original y su adaptación teatral) y además hay que prestar mucha atención a las letras de las canciones (libreto de Xavier Bru de Sala y música a cargo de Albert Guinovart) y a la particular interpretación con que cada uno de los actores la representa en escena. Destacaré, eso sí, entre el reparto, a gente con muchas tablas como Pep Cruz o Carlos Gramaje (¡que continúan desde el estreno de 1987 en gran estado de forma!); y personalmente a todo el sector femenino con especial mención para Ana San Martín (Blanca), Mireia Dolç (madre de Said) y Júlia Jové (Idriss) que están sencillamente descomunales.

El teatro es caro pero uno se da cuenta de que toda una compañía teatral cualquiera forma un equipo artístico que amasa su propuesta y te la entrega- con total ídem- o ‘regala’ para que la disfrutes y además seas capaz de dejarte arrancar esas emociones que uno siempre tiende a esconder muy dentro de sí: hay muchísima gente viviendo de los, pongamos 30 euros que cuesta una entrada media, y a cambio te ofrecen lo mejor de ellos mismos en todas y cada una de las facetas de las que se compone su noble oficio (aquí meto a toda esa peña que no se ve pero se presiente: técnicos, empleados de teatro, etc…). En el caso de Mar i Cel, como musical de altura, cabe destacar que todo acontece en riguroso directo: sirva de ejemplo esa impresionante banda de músicos -¿20, 30, puede que más?- de cámara en el foso de acceso al escenario que se llevaron al final una de las grandes, y merecidas, ovaciones de la noche. En fin, si deciden embarcarse en la magia del teatro, que disfruten mucho de esta obra… o de cualquier otra que les pueda apetecer, personalmente espero volver pronto a soñar otras vidas entre bambalinas. Les veles s’inflaran!!!

Dónde: Teatre Victoria – Av. Paral·lel, 67 - Barcelona
Idioma: Català
Duración: 2 horas y media (entreacto cigarrillo – 15 min.)
Descuentos: Discapacitados (50%), Menores de 14 años (45%), Tercera edad (20%).
Precio: De 32 a 46 euros.