Anoche,
y para celebrar con buen pie la entrada del 2014, Barcelona montó un emotivo
espectáculo organizado por la Fura dels Baus seguido por 70.000 espectadores en
directo y unos cuantos millones más desde sus casas -entre ellos un servidor- a
través de la retransmisión de Tv3.
La
estrella del cambio de año fue el Home del Milen·ni, una estructura metálica de
15 metros de altura y en cuyo interior se colocaron un centenar de personas (la
mayoría de ellas componentes de los Castellers de Sants que previamente habían
realizado un bellísimo castillo humano de agua con las fuentes de Montjuïch
como telón de fondo) que con su efecto solidario fueron capaces de dotar de
movimiento al hombre metálico y hacer latir un corazón común con esa fuerza
motriz que genera la solidaridad y el esfuerzo común, que es uno de los rasgos
que mejor definen el espíritu de esta ciudad. Después apareció en el firmamento
un miembro de la compañía teatral colgado de dios sabe dónde dando cuatro
toques psicodélicos, uno por cada cuarto, a una especie de campanillas
flotantes… que, a su vez, dieron paso a todo un espectacular despliegue
pirotécnico donde cada petardazo gordo –no había campanas al uso- representaba
una uva, y así hasta completar las doce de la suerte…
Todo muy
rápido, media hora y a cascarla. Bonito, moderno y modernista, como corresponde
a una ciudad capaz de reinventarse a sí misma en cualquier contexto histórico y
que además sabe vender su potencial turístico al exterior como pocas. Sobraban
los buitres alados de Movistar que sobrevolaron la función al grito de “Enciende
tu móvil para acompañar los pasos de L’Home del Milen·ni”… sin comentarios.
Pero bueno, lo importante es que hoy en los informativos de todo el mundo, de
ronda por las farras internacionales de cambio de año en muchas de sus ciudades
importantes, aparecerá este muñecote de metal con arterias humanas: ¡¡¡Levántate
y camina firme hacia la salida de la Puta Crisis, joder!!!