miércoles, 29 de julio de 2009

El actor que espía las pesadillas de los niños




Poco que añadir sobre él, sin duda el mejor actor de su generación y en mi opinión uno de los grandes de la historia del cine, a pesar de su juventud, además soy de los que piensan que su gran papel todavía está por llegar, talento en estado puro, os dejo una entrevista que el vampiro ha conseguido morder en la red y que me ha parecido interesante... 



P.- ¿Hay un verdadero pirata dentro de usted?

R.- Mentiría si no admitiera que tengo algo de pirata, pero creo que todos tenemos un pirata dentro de nosotros. Nos traslada a cuando éramos niños y queríamos ser piratas, karatekas o 'cowboys'. Tiene que ver con la libertad, la rebelión y el sentimiento de no tener responsabilidades. A veces pienso que roza lo criminal hacer este trabajo y darme cuenta de que me pagan por ello, porque, aunque es duro, también es muy divertido.

P.- Siempre se ha dicho que los piratas solían tener numerosas mujeres en distintos puertos, pero usted parece tener un sólida relación con Vanessa Paradis. ¿Cuál es el secreto de su matrimonio?
R.- Vanessa y los niños son muy importantes para mí porque, de alguna manera, también me han ayudado a encontrarme. Siempre recordaré los pensamientos que se cruzaron por mi mente cuando Vanessa se quedó embarazada por primera vez. Empiezas a pensar en el futuro y en todo. Fue el comienzo de una revelación. Y cuando nació mi hija sentí que me quitaban un velo y desaparecía una capa de niebla de mi propia vida. Gané en claridad y enfoqué mejor la dirección que debía seguir. Me dio una nueva perspectiva, ayudándome a separar lo que es importante de lo que no. Y me enseñó que, en ocasiones, hay que seguir hacia adelante.
P.- ¿Ser padre le influye a la hora de coger sus papeles?
R.- Sí, el hecho de ser padre afecta las decisiones que tomo en mi vida, como las películas en las que participo. Quiero que mis hijos estén orgullosos de mí y hacer películas que puedan ver. Tener niños me ayudó a encontrar a Jack Sparrow para la primera película, porque durante dos años y medio no paré de ver dibujos animados con ellos. Y me di cuenta de que las reglas que siguen estos personajes son distintas de las que tienen los de carne y hueso. Así que me fue de gran utilidad usar esa inspiración, ese aprendizaje, para el papel.
P- Pero, aunque tenga un niño dentro, lo cierto es que se va haciendo mayor. ¿Cómo lo lleva?
R.- Creo que lo llevo muy bien, a lo zen. De hecho, me gusta la idea de hacerme mayor, aunque estoy seguro de que llegará el día en que mi espalda me pase factura. Pero, por ahora, todo va bien. La verdad es que siempre quise hacerme mayor, y cuando tenía 37 ó 38 años no estaba muy seguro de dónde me encontraba, pero cuando cumplí los 40 me llegó una especie de sensación de libertad con respecto a ciertas responsabilidades, las de un hombre joven, las del que quiere superar a todos y, por ejemplo, trasnochar. Ahora no me importa acostarme a las 9.30 de la noche. Así que me gusta y me siento libre.
P.- ¿Y le preocupa su imagen o la ropa que lleva?
R.- Nada. Decido lo que me apetece ponerme y lo hago, sin preocuparme demasiado. Puede que sea mi lado femenino apoderándose de mi (entre risas).
P.- Hablando de su lado femenino, parece que Jack Sparrow también cuenta con él, y bastante acentuado en algunos momentos...
R.- Es gracioso porque creo que todos estamos en contacto con nuestro lado femenino, lo admitamos o no. Y cada caso es diferente, pero lo cierto es que yo me crié junto a dos hermanas mayores, debido a que mi hermano no estaba en casa, así que nunca tuve claro cuál era mi lado femenino. Sólo intento ser sensible y creo que es bueno serlo.
P.- ¿Tiene mucha confianza en sí mismo?
R.- Siempre he pensado que ser diferente no tenía nada de malo. Todos somos diferentes, pero hay una especie de temor en la sociedad a serlo. Nadie quiere que lo tachen de loco, pirado, raro o de cualquier otra cosa, así que escondemos nuestra individualidad. Pero yo siempre tuve una idea bastante clara de quién era. De adolescente mi mundo era la música, nadie me podía desviar de ese camino, y hoy sigue siendo una parte importante de mí. Luego la interpretación entró en mi vida, pero mantuve una clara idea de mí mismo. Y eso es algo que les enseño a mis hijos, que no hay nada de malo en ser distinto. Es bueno tener tu propia opinión y mantener tu integridad.

Fuente: El mundo.es