martes, 25 de febrero de 2020

Ofelia Ofuscada



Ofelia ofuscada tratando de pintar de verde un día gris.  Alguien le dijo que el fogonazo de luz resultante podría cegarla hasta impedirle apreciar la visión nítida y natural de las cosas pero ella, obnubilada, descargó la brocha contra una triste nube pasajera. Ofelia ofendida.

Ofelia ofendida robándole horas perdidas al reloj del tiempo. Nadie le avisó de que la aguja del minutero, desalmada acupuntura sobre la piel desprevenida, le tatuaría un minúsculo e invisible estigma en algún recoveco del corazón. Le dio refugio y lo acunó. Ofelia obcecada.

Ofelia obcecada buscando una puerta de emergencia en el teatro de la existencia. Todos insistieron en bloquearle la salida, marionetas enredadas en su propio cordaje vital. Terciopelo enquistado en las cunetas de la complacencia, suave y uniforme. Ofelia adormecida.


Imagen: Ophelia – John William Waterhouse (1894)