lunes, 23 de diciembre de 2019

AVE de paso



Si hablamos de medios de transporte, a mí me molan los trenes y los barcos muy por encima de los aviones o de los coches y/o sucedáneos, cuestión de gustos personales. Ayer descubrí esta fotografía y la flipé en B/N. Su autor la inmortalizó a la salida del tren de Union Terminal: la estación de Cleveland, en uno de sus viajes diarios -que el tren realizó desde el 13 de julio de 1936 hasta el 11 de julio de 1959- y que unía, transportando viajeros y lo que hiciera falta, esta ciudad con Detroit (línea donde se tomó la instantánea) y otras metrópolis del medio oeste norteamericano. Asimismo, consignar que esta maravilla ferroviaria fue diseñada por el ingeniero industrial Henry Dreyfuss y lo bautizó con el nombre de Mercury como homenaje al dios romano del comercio… y también de los mensajeros. Mientras Europa andaba entreguerras y España empezaba la suya propia, estas cosas rodaban por el mundo. No me extraña que peña como Ray Bradbury, por poner un ejemplo, relataran con portentosa imaginación artefactos futuribles que, en realidad, habían palpado en un presente tan reciente. Vaya, que agonizando ya el 2019, le das un viaje diario de unión Madrid-Barcelona en una vía de ancho adecuado y se pueden meter el AVE por donde les quepa, ¿Qué no o qué?

Título: “Mercury Departing”
Autor: J. Baylor Roberts
Localización: Cleveland, Ohio
Año: 1936
Bonus Track: Long Train Running

sábado, 21 de diciembre de 2019

Titúlala o tutéala tú, nen...



Esta versión… o como darle una nueva dimensión a una de esas canciones inmortales.


jueves, 19 de diciembre de 2019

2019 en 58 libros



Está chulo eso que envía la peña de Goodreads a sus usuarios al finalizar el año lector en curso (aunque en mi caso aún estoy acabando un último libro); en el resumen te indican una serie de datos que van bien para que uno mismo resucite o regurgite todas aquellas letras que le han hecho gozar a tope de esa otra vida paralela que tan bien conocemos/vivimos los lectores compulsivos: este 2019 acabará con 58 libros leídos. 14.344 páginas, que se dice pronto y ellos te lo cuentan con detalle ( “Menudo reparto”-Jonathan Coe el más largo con 577, “Alfonsina Storni: Poesía” el más corto con 62), de esas 58 lecturas, 33 han sido en català y 25 en castellano (dato importante para mi computo personal porque, si no recuerdo mal, este ha sido el primer año en que el idioma de lecturas se ha invertido, cosas del bilingüismo sin prejuicios…). Pero yo he venido aquí a marcarme mis listas para listos, a repartir mis premios a quienes lo merecen, que para eso estoy en mi puta casa, faltaría más:

PREMIO 5 ESTRELLAS A LAS 5 MEJORES LECTURAS DEL AÑO:
-         Haiku a Brooklyn – Joan Vigó (LaBreu Edicions)
-         ¡Menudo reparto! – Jonathan Coe (Anagrama)
-         La passió – Jeanette Winterson – (Edicions del Periscopi)
-         Paseos con mi madre – Javier Pérez Andujar (Tusquets)
-         Feliz Final – Isaac Rosa (Seix Barral)

PREMIO CLÁSICOS DEL AÑO:
-         Les cròniques marcianes – Ray Bradbury (1950)
-         La casa del sueño – Jonathan Coe (1999)

PREMIO NOVELA NEGRA:
-         Carvalho; problemas de identidad – Carlos Zanón (Planeta)

PREMIO NOTELAPIERDAS:
-         Los asquerosos – Santiago Lorenzo (Blackie Books)
-         Un vespre al paradís – Lucia Berlin (L’altra editorial)

PREMIO NOVELA DE CULTO:
-         Òpera àcid – Miquel Creus (Les Males Herbes)

PREMIS NOUS TALENTS/NOVES REVELACIONS:
-      Marta Orriols per “Aprendre a parlar amb les plantes” i “Anatomia de les distàncies curtes” (Edicions del Periscopi). Nota: ambas publicadas recientemente en castellano por Lumen.
-         Toni Sala per “Persecució” (L’altra editorial)
-         Irene Solà per “Els dics” (L’altra editorial)
-         Elisenda Solsona per “Satèl·lits” (Les Males Herbes)
-         Eider Rodriguez per "Un cor massa gran" (Edicions del Periscopi)


*Para terminar, ya que no puedo hacer mención a los 58 títulos (pese a que todos y cada uno de ellos han tenido su espacio en este blog y, a su manera, los he flipado a tope –las estrellitas no dejan de ser percepciones personales-) quiero agradecer la labor de todos aquellxs traductorxs que, en el caso de no haber sido leídos en su V.O., han hecho posible, un año más, el gozo de disfrutar de la buena literatura. El año que viene más y quién sabe si mejor. Salut i Bones Lletres!!!

martes, 17 de diciembre de 2019

Un cor massa gran – Eider Rodriguez



“Sentia com si aquella tarda hagués trobat alguna cosa especial, un encanteri com el que sentia quan collia petxines a la platja, i el vaig voler retenir, atrapar-lo perquè no s’escapés, tot i que sabia que, en allunyar-me d’allà, l’encanteri s’aniria esvaint a poc a poc.”

“En acabar, vaig voler abraçar-la, però em va defugir. Com sempre que volíem fer una cosa bonica, acabàvem malament. Érem com alquimistes que convertien l’or en deixalles.”


“En algun lloc havia sentit que antigament es recomanava a les dones que patien de melangia que miressin córrer l’aigua, perquè aquest moviment s’enduia els mals sentiments. Fos com fos, el cas és que vaig trobar en el riu matisos inesperats: vaig descubrir l’olor dels aiguamolls i el misteri del fang.”

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Òpera àcid – Miquel Creus







“El sol davalla i llisca per sobre de la ciutat: un cercle definit, vermell, esmunyint-se calladament entre el paisatge d’antenes i xemeneies: relliscant per sobre de les fàbriques i dels cotxes: amagant-se silenciosament de tot.”











Krustapunt: Miquel Creus va néixer a Vic (Barcelona) l’any 1955 i tan sols va publicar dues novel·les: “Gaia, oh! Gaia” (La Magrana, 1987) i aquesta “Òpera àcid” (Edicions 62, 1989) que ara -1ªEdició Octubre 2019- torna a editar Les Males Herbes amb pròleg de Ramon Mas. L’autor, que fa molts anys va desaparèixer del panorama literari català sense deixar rastre, va morir a causa d’un càncer encara no fa un mes (14/9/2019) a Berlín. Un llibre de culte, sens dubte.-







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Per a + Info (Català) - AQUI

“L’escala segueix plena de papers de diari i de llaunes de cervesa buides. Ell va baixant davant d’ella. En arribar a la vorera es fica les mans a la butxaca, i es posa a caminar. Davant seu veu una llauna buida: amb un cop de peu l’esclafa: la llauna crida, també.”

jueves, 5 de diciembre de 2019

La casa del sueño – Jonathan Coe

“Enorme, gris e imponente, Ashdown se alzaba en un promontorio, a unos veinte metros de la escarpada cara del acantilado, donde ya llevaba más de un siglo. Durante todo el día, las gaviotas revoloteaban en torno a sus chapiteles y sus torrecillas, chillando hasta quedarse roncas. Y durante todo el día y toda la noche las olas se precipitaban enloquecidas contra aquella barricada rocosa, llenando con su fragor interminable, como de tráfico pesado, las glaciales estancias y los laberínticos y resonantes pasillos de la vieja mansión. Ni siquiera en las partes más vacías de Ashdown (y ahora se encontraba prácticamente vacía) reinaba nunca el silencio. Las dependencias más habitables se amontonaban en el primer y segundo piso, mirando al mar, y a lo largo del día las inundaba una fría luz. La cocina, en la planta baja, era larga y en forma de L, con un techo bajo; sólo tenía tres ventanas diminutas, y estaba siempre envuelta en la penumbra. Aquella áspera belleza de Ashdown que desafiaba a los elementos enmascaraba el hecho de que, fundamentalmente, no resultaba habitable. Sus vecinos más antiguos y cercanos podían recordar, pero apenas creer, que en su día había sido un domicilio privado, hogar de una familia que contaba únicamente con ocho o nueve miembros. Pero hacía dos décadas la había adquirido la nueva universidad, y ahora albergaba a unos veintitantos estudiantes: una población cambiante; tan cambiante como aquel mar de un verde enfermizo que yacía a sus pies y se extendía hasta el horizonte, sin dejar de revolverse en su permanente desasosiego.”