Esta foto es de Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno,
Juan Rulfo para los amigos de las
letras. Leí en su momento “El llano en llamas” (1953) y “Pedro Páramo” (1955),
en ambas encontré esa genuina originalidad que se les supone a los grandes escribanos
de todos los tiempos y además me ayudaron a ‘conocer’ algo mejor, que nunca
está de más, diferentes aspectos sobre uno de los países que más me apasionan
del puto globo, por multitud de historietas personales que ahora mismo no
vienen al caso: México.
Sobre “Pedro Páramo”,
Borges (que me la bufa sobremanera con todo el respeto que siempre le he tenido
después de leer, quizás, mucho más de su inmortal obra que algunos de los que
lo encumbran al Olimpo de los Intocables) dijo que “Pedro Páramo” es de las
mejores novelas que se han escrito jamás, ya sea en lengua hispánica o en la
mismísima historia de la literatura. García Márquez (que este sí que jugó en la
Liga de los Grandes, según mi modesto criterio lector) la devoró dos veces en
una noche y declaró que no había sufrido una sacudida semejante desde que leyó
de un tirón “La metamorfosis” de Kafka. Estos son apuntes que he rescatado
investigando por ahí conexiones sobre la vida de Rulfo (1917-1986), friki que
es uno que le vamos a hacer, en todo caso sirvan estas cuatro líneas como
complemento personal a la verdadera intención de este post, que no es otra que
poner en el blog esta fotografía que me parece sencillamente preciosa, con
todas las connotaciones sensoriales que este simple y último adjetivo implica. Flipante
Flash, si señor!!!